¡Vaya, vaya...aquí no hay playa!

La revista satírica "El Jueves", en su portada de este mes, hace referencia al pánico nacional que ha supuesto el descenso del número de turistas y lo ilustra con una patera atiborrada de "ilegales" que extrañados comentan no entender por qué si viene tan poca gente a ellos no les dejan entrar. Nuestras costas ya no son lo que eran porque Spain ya no parece ser tan "different" a otros países ricos de Europa, sobre todo en los precios, por lo que veranear en Túnez o Turquía resulta mucho más barato. Lo del latin lover está de capa caída. Segœn nuestros vecinos del sur, "no se nos levanta o no nos interesan las mujeres", y se lleva más la pasión turca, que además de exótica tiene su toque de riesgo político-religioso. Las despampanantes turistas alemanas quieren retomar el ardor en su piel que parece que aquí ya no encuentran. Además ya no hay sol. Por no haber, no hay ni verano. Así que se avecina la de Bacle. ¿Se imagina usted Mallorca o Fuerteventura sin alemanas? Aquí alternativas tenemos a una posible crisis del sector turístico cuando todos los ayuntamientos del país con un trocito de costa han apostado por el turismo como forma de vida?

¿ Alguien sabe dónde se ha metido el verano este año? Yo creo que es un primer aviso del cielo para que nos andemos con ojo con eso de poner todos los euros en sólo una actividad tan superficial y aleatoria como el ocio. Depende de modas, de coyunturas políticas y económicas internacionales, de algunos gremios puñeteros como el de los controladores aéreos o pilotos, de la competencia de países cuya población llega al final de mes con 300 euros, a veces menos, etc. Pero, por si esto fuera poco, una catástrofe ecológica o una simple y pasajera anomalía en el clima puede hacer que nos quedemos sin atractivo alguno para el caprichoso cliente. Ya no valdrá la consabida estrategia del dos por uno, o de se lo dejo a mitad de precio y además le regalo una chochona. Demasiado tarde, el giri voló a Cuba por el mismo precio que le cuesta quedarse una semanita en su casa de Londres. ¿En qué reconvertiremos lo que habíamos reconvertido con tanto sacrificio para dedicarlo al intangible sector de servicios? El servicio no se lo dan al empleo estable ya que España es el país europeo con más precariedad debida al trabajo coyuntural que provoca el turismo de temporada. ¿Qué harán los centros de buceo: dar cursillos a toda la población autóctona y fomentar el buceo de modo que seamos el país que más buceadores tenga en el mundo mundial? Quizás puedan dedicarse, subvencionados claro, a tareas de conservación del medio marino, lo cual no estaría mal y podríamos decir aquello de no hay mal que por bien no venga. Quizás no sea tan malo tener menos gentío de vacaciones y más gente interesante rondando nuestras costas. VIPs que se gasten una pasta y que exijan máxima calidad de servicio, máxima limpieza y conservación del entorno, máximo respeto con la naturaleza y algo más de sol que en su país. No obstante siempre ha sido más fácil rascar un poquito a muchos millones que muchos millones a poquitos, como a la familia real saudí (que en este caso busca menos sol, supongo). Además eso crea una dependencia aún mayor que la anterior, porque el capricho se hace aún más aleatorio cuando hablamos de gente de grandes recursos económicos. Quizás la solución pase por volver a la autarquía y consumir lo que producimos, en una especie de rebreather de trabajo y servicios.


Javier Salaberria


 
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