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La profecía



En este número de BUCEO XXI hemos publicado dos artículos en apariencia inconexos. Uno, redactado por nuestra colaboradora en temas de biología Mª Victoria Bengoa Ruigómez, trata sobre una de las plagas de nuestro tiempo: los plásticos. El segundo es un artículo curioso sobre la fabricación de pingüinos biónicos capaces de formar colonias.


Es impresionante constatar, una vez más, que la profecía del Gran Jefe Seattle de la tribu Dewamish, que en 1855 contesta al decimocuarto Presidente de los Estados Unidos, el demócrata Flanklin Pierce, una carta negándose a venderle sus tierras, porque no le pertenecían, se está cumpliendo inexorablemente:
“El Gran Jefe Blanco de Washington nos envió un mensaje diciendo que quiere comprar nuestras tierras. El gran jefe nos envió también palabras de amistad y de buena voluntad. Esto es muy amable por su parte, pues sabemos que él no necesita nuestra amistad. Sin embargo nosotros meditaremos su oferta, pues sabemos que si no vendemos vendrán seguramente hombres blancos armados y nos quitarán nuestras tierras.
Pero, ¿cómo es posible comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Nosotros no comprendemos esta idea. Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del reflejo del agua, ¿cómo podréis comprarlos?...”
La carta no tiene desperdicio y es uno de los alegatos más bellos en defensa del mundo natural que se hayan escrito nunca.
“...Cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante aguja de pino, cada grano de arena de las playas, cada gota de rocío de los sombríos bosques, cada calvero, el zumbido de cada insecto... son sagrados en memoria y experiencia de mi pueblo. La savia que asciende por los árboles lleva consigo el recuerdo de los pieles rojas.
Los muertos de los hombres blancos olvidan la tierra donde nacieron cuando parten para vagar entre las estrellas. En cambio, nuestros muertos no olvidan jamás esta tierra maravillosa, pues ella es nuestra madre. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas, el venado, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos.. Las cumbres rocosas, los prados húmedos, el calor del cuerpo de los potros y de los hombres, todos somos de la misma familia (...) ¿Qué sería del hombre sin los animales? Si los animales desaparecieran el hombre también moriría de gran soledad espiritual. Porque lo que le suceda a los animales, también pronto le ocurrirá al hombre. Todas las cosas están relacionadas entre sí. Lo que afecte a la tierra, afectará también a los hijos de la tierra...”
En un determinado momento el Gran Jefe lanza una amenaza profética.
“También los blancos desapareceréis, quizás antes que las demás razas. Continuad ensuciando vuestro lecho y una noche moriréis asfixiados por vuestros propios excrementos...”
Tremendo. Han pasado más de 150 años y la profecía se está cumpliendo. Estamos acorralados por nuestros propios excrementos: plásticos, residuos tóxicos, radioactividad, gases invernadero.


No es de extrañar que busquemos nuevos planetas como los colonos de aquellos días buscaban nuevas tierras, las que los indígenas habían preservado de generación en generación como un tesoro natural, como quien cuida a su padre y a su madre.
No es de extrañar tampoco que por un lado acabemos con todos los pingüinos, focas, osos, y demás fauna polar, y por otro seamos capaces de diseñar criaturas biónicas ideales para sustituirlos en un mundo tóxico y no apto para nuestra propia existencia. Puede que las máquinas, como sucede en Matrix o en Terminator nos declaren algún día la guerra y acaben por exterminarnos. Sería una increíble paradoja, por otra parte predecible.


Sustituimos la hierba y la arena de las playas por asfalto, el lino y el algodón por plástico, las plantas medicinales por química, la brisa por aire acondicionado, el clima por la aclimatación, el viento por la energía nuclear, los alimentos por dietas, y las enfermedades por epidemias.
Quizás la vida también nos sustituya como plaga y ponga en nuestro trono a las bacterias.


Javier Salaberria

 

 

Javier Salaberria


 
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