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Daniel Ruiz, Jefe de Producción de la empresa
atunera Viver, de Cartagena, se sorprendió a mediados de noviembre
del año pasado con lo que él mismo denomina “la criatura
más impresionante” que ha visto en su vida. “Es alucinante,
asombrosa, un prodigio de la naturaleza diseñado para matar. Es
la maquina devoradora mas perfecta que existe” declara. Pero lo
sorprendente del encuentro es que no sucedió en Ciudad del Cabo,
o en medio de océano, sino dentro de una jaula de engorde de atún
que la mencionada empresa tiene en Tunez .
Pese
a su gran tamaño (4,55 m.) sólo hizo un agujero pequeño
en el fondo de la jaula. Consiguieron abatirlo con tres disparos
con la lupara, desde fuera de la jaula, dejándolo herido.
Pero enseguida gano profundidad y al estar herido, era más
que probable que se volviese aún mas agresivo. Decidieron
dejarlo escapar esperando que aparecería al día siguiente
muerto en la jaula. Pese al profundo sentimiento de culpabilidad
que le provocaba el haber tenido que matar un animal tan sobrecogedor,
era inaceptable el peligro que suponía para la integridad
de los buceadores y los intereses de la empresa. “El mar es
muy grande y le consta que no es la primera vez que aparece un escualo
en una granja o incluso dentro del cerco de un atunero, cuando hemos
ido a hacer la estimación del pescado dentro” confiesa
Daniel Ruiz.
Gran
viajero
Como es sabido el tiburón blanco habita las aguas templadas
de todo el mundo y en el Mediterraneo su presencia ha sido detectada
en muchas ocasiones. Antes se creía que el tiburón
blanco aunque capaz de alcanzar una velocidad en el ataque de 40
km/ hora se desplazaba lentamente en sus migraciones. Gracias a
un dispositivo unido al cuerpo de una hembra de esta especie que
comunicaba información a un satélite, los investigadores
siguieron en directo el viaje de un tiburón blanco desde
la costa de Suráfrica, a través del océano
Índico, hasta Australia y de nuevo de vuelta al punto de
partida nueve meses después. Lo que quiere decir que la distancia
de unas 600 millas que hay, por ejemplo, desde Tunez a Cartagena
podría ser cubierta en unas pocas semanas. Poco tiempo para
un depredador capaz de vivir unos 40 años.
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