El hallazgo de un Bathynomus giganteus, una enorme criatura de las
profundidades marinas difícil de ver, desata las más
disparatadas historias en Internet. La historia comienza cuando
el técnico de un submarino publica en Internet unas imágenes
de una grotesca criatura, una especie de enorme cucaracha marina,
y pide ayuda a otros internatuas para saber qué es exactamente
lo que ha encontrado. El post asegura que la «bestia»
de medio metro de longitud apareció adherida a uno de los
equipos, un R.O.V (Remotely operated vehicle) que exploraba el fondo
del océano a unos 8.500 pies de profundidad en un lugar desconocido
del planeta que no ha podido ser identificado, ya que, al parecer,
las fotografías fueron enviadas por un contratista que partió
en el buque en el que operaba. Rápidamente, la historia se
difundió por la Red de forma viral. Las búsquedas
se dispararon y los internautas replicaron la noticia como un espectacular
hallazgo con titulares tan llamativos -que también han aparecido
en algunos medios- como «encontrada una criatura marina»,
«isópodo gigante» o «terrible criatura
marina». Ciertamente, las imágenes son impactantes
para cualquiera que nunca haya visto un animal semejante, pero no
se trata de ningún extraño engendro, sino de un isópodo
Bathynomus giganteus, una especie de crustáceo relacionado
con camarones y cangrejos que no es una sorpresa para los científicos.
Estas criaturas ya han sido observadas en otras ocasiones por biológos
e investigadores de la vida marina, que explican su gran tamaño
por las bajas temperaturas de las profundidades abisales donde habitan,
en los océanos Atlántico y Pacífico. De esta
forma, consiguen alargar su esperanza de vida.
«He visto las fotos, y son reales», explica Craig McClain,
investigador del Centro Nacional de Síntesis Evolutiva de
Carolina del Norte (EE.UU.). «Definitivamente, no es una broma.
Es un isópodo. Es como las cochinillas que se encuentran
en el jardín, pertenece al mismo grupo de animales»,
pero considerablemente más grande. Lo más curioso
no es el ejemplar en sí, sino las reacciones de muchos internautas
al ver las fotos, que van desde la curiosidad al horror.
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