La
actuación, que ya se ha iniciado, se lleva a cabo de forma
localizada, en puntos concretos, a fin de hacerla compatible con
los demás usos que tradicionalmente se vienen desarrollando.
El parque subacuático de Almuñécar-La Herradura,
que será emblemático por su atractivo y singularidad
en opinión del concejal de Turismo, Emilio González,
no se puede concebir como un recinto cerrado por su configuración.
Tampoco es viable implantar las unidades ambientales en zonas de
esa delimitación que actualmente tienen usos que son claramente
incompatibles con las actividades previstas para el parque (playas,
puerto deportivo Marina del Este, etc.).
El área comprendida en la delimitación propuesta
es idónea desde el punto de vista turístico, al contener
los mejores atractivos para la práctica del buceo de recreo.
Es la zona donde actualmente se están desarrollando las inmersiones
programadas por los centros de buceo locales, si bien, como ya se
expuso, no se utiliza en todas sus posibilidades. Al ser la zona
frecuentada por buceadores, será igualmente atendida en cuanto
a su protección, conservación y regeneración,
según el proyecto.
Capacidad
Según recoge el documento aprobado del proyecto y dada la
importancia que ello tiene y los fines del mismo, la amplia zona
asegura una buena capacidad de carga sin riesgo ambiental y permite
establecer muchos puntos de buceo para asegurar el funcionamiento
de las actividades en casos de inclemencia meteorológica,
ya sea con viento de poniente o de levante. También permite,
como ventaja añadida, un plan de buceo rotativo que evite
concentraciones de buceadores en un mismo punto, garantizando en
caso de viento dominante que ningún centro de buceo repita
sus inmersiones en el mismo lugar durante la jornada. Precisamente,
cada unidad ambiental queda definida por una serie de características
batimétricas, hidrodinámicas, tipo de fondo, transparencia
del agua, biológicas, de accesibilidad, y otras, que servirán
para definir los diferentes usos a los que se podrá someter
cada una de ellas, así como las actuaciones que se podrán
llevar a cabo en las mismas acerca de instalación de elementos
estructurales.
Atendiendo
las indicaciones anteriores las mencionadas unidades ambientales
se reparten por los Peñones del Santo en San Cristobal, la
playa del Muerto, la playa y acantilados de Marina del Este, los
acantilados de la Punta de la Mona, la Cala del Perro-La Calita,
la piedra del Hombre, la polaya de La Herradura, la playa de Calaiza
y Cerro Gordo-Cantarriján.
Cada una de las unidades ambientales acogerá las diferentes
zonas de buceo. Actualmente, en el ámbito del futuro parque
y en óptimas condiciones meteorológicas, existen nueve
zonas de buceo que son explotadas al 100% por los centros de buceo.
En un día con un determinado viento y en pleno mes de agosto
un punto de buceo puede recibir más de 300 inmersiones. Esto
supone una fuerte presión sobre esa zona en concreto, con
la agravante de que, actualmente tanto los buceadores experimentados
como los alumnos de los cursos, realizan sus inmersiones en los
mismos puntos, según los técnicos.
Arrecifes artificiales
El proyecto recoge cerca de 400 arrecifes artificiales con distintos
formatos o estructuras que se sumergen en una unidad ambiental determinada
con una función específica. Así habrá
hundimientos de barcos como el fenicio Birreme, galera española,
casa de ánforas y hundimiento de prácticas, además
de los arrecifes. Las funciones serán de tres tipos: prácticas,
buceo propiamente dicho y de protección.
Promoción
Por otro lado, y de forma paralela, se ha adjudicado a la empresa
Infobide la promoción del proyecto por importe
de 18.000 euros. Se encargará de hacer un seguimiento
de toda la actuación de la ejecución del parque subacuático
de Almuñécar- La Herradura con el fin de que una vez
terminado haya una exposición permanente en un Centro de
Interpretación que explique la instalación y seguimiento
de los distintos módulos que se hundan en el citado parque,
según informó el alcalde, Juan Carlos Benavides.
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