ACTUALIDAD    
    TEXTO: Remitido - Jesús M. Contreras
INDALO DE OZ
  Artistas involuntarios
 

La Sociedad para la Conservación de las Ballenas y los Delfines (WDCS), junto con diversas organizaciones internacionales para la conservación y el bienestar animal, se encuentra muy preocupada por los informes que indican que ejemplares de orcas, uno de los mamíferos marinos más inteligentes y sociales, serán exhibidos en cautividad en un establecimiento abierto al público en Tenerife. WDCS realiza un llamamiento al Gobierno Español a implementar las regulaciones existentes que prohíben explícitamente la importación de delfines y ballenas con fines comerciales, y a prevenir el establecimiento de cualquier empresa para la exhibición de orcas en territorio español.

 

Las orcas (Orcinus orca) han sido mantenidas en cautividad desde 1961; indefensas víctimas de un experimento comercial que evidentemente ha visto a docenas de orcas silvestres separadas de sus familias, condenadas a vivir forzosamente en grupos sociales artificiales que tan sólo son un pobre reflejo de su estructura social en estado natural.
Durante años, la industria del cautiverio (delfinarios) ha utilizado una gran variedad de argumentos en su intento de justificar el mantenimiento de orcas en cautividad. De esta manera, hemos sido llevados a pensar que el cautiverio beneficia tanto a los visitantes como a los animales, entreteniendo y educando, mientras brinda una vida confortable a los animales recluidos. Pero a medida que los programas de investigación a largo plazo sobre orcas silvestres aumentan, las diferencias entre la vida de las orcas silvestres y cautivas también se hacen mucho más evidentes.
La realidad sobre la existencia de orcas cautivas es dolorosamente obvia: confinadas en tanques clorinados, usualmente habitados por orcas frustradas y enfermas, y realizando trucos circenses que nada se asemejan a su conducta natural. El creciente registro de “accidentes”, enfermedades, embarazos interrumpidos y muertes prematuras, ha generado un cuestionamiento sobre la sustentabilidad de mantener orcas en cautividad. Adicionalmente, muchos de los espectadores no piensan en las paredes de cemento de los tanques de confinamiento. Al final de cada actuación, sólo pocas personas perciben el eterno nadar en círculos de las orcas confinadas en los tanques en los que son mantenidas. Afortunadamente, en la actualidad, un número cada vez mayor de personas sienten que ser testigos de tal nivel de empobrecimiento no tiene ningún valor educativo.

Confinamiento cruel
WDCS cree que en cautividad el confinamiento es cruel ya que es imposible acomodar las necesidades mentales, físicas y sociales de los delfines (cetáceos), especialmente de las orcas. La evidencia científica indica que los cetáceos en cautividad sufren de un alto nivel de estrés mental y físico, el cual se manifiesta a través de conductas agresivas entre ellos y hacia los humanos, aburrimiento, menor expectativa de vida y mayor tasa de mortalidad que en la vida en libertad (ver “Why the Show must Stop!”).
Las orcas han sido capturadas desde hace muchos años en diversos países del mundo. Muchas orcas murieron trágicamente durante las operaciones de captura, y el impacto negativo sobre los grupos y poblaciones afectadas llevó a países como Estados Unidos, Canadá e Islandia a prohibir estas actividades. Argentina ha prohibido la captura de orcas en sus aguas territoriales y Japón no ha capturado orcas desde 1997. A pesar de la presión internacional y los llamamientos para otorgar a las orcas protección ante su persecución, el año pasado la Federación Rusa acorraló en redes a un gran grupo de orcas, en un intento por capturar ejemplares para su comercialización, debido a unos informes que circulaban sobre los elevados precios que pueden alcanzar los ejemplares en el mercado (un millón de dólares en 2003). Como resultado, una hembra fue atrapada y puesta en cautividad, la cual murió a las pocas semanas. El público debe saber que al apoyar la exhibición de orcas en cautividad está contribuyendo a que se construyan un mayor número de estos establecimientos y a que se capturen más orcas de los Océanos.

Regulaciones internacionales
La actual legislación de la Unión Europea prohíbe la importación de ballenas y delfines con fines principalmente comerciales. A pesar de que la mayoría de los países ha rechazado la emisión de permisos de importación, España continúa emitiéndolos con el fin de abastecer delfinarios y parques marinos, con las consecuentes críticas sociales e internacionales. También cuestionamos seriamente la existencia de establecimientos que puedan cumplir con los requerimientos establecidos en la Directiva de Zoológicos de la UE. Adicionalmente, España es signatario del Acuerdo para la Conservación de los Cetáceos de los Mares Mediterráneos (ACCOBAMS), el cual prohíbe claramente la captura de cetáceos vivos en el área del Acuerdo. Todo lo anterior nos indica que el delfinario propuesto en Tenerife estaría violando la legislación existente.
Muchos parques marinos que mantienen cetáceos en cautividad continúan argumentando que juegan una parte importante en la investigación de los mamíferos marinos. Sin embargo, un análisis llevado a cabo por WDCS sobre las investigaciones científicas en delfinarios genera serias dudas respecto a esta afirmación. El conocimiento sobre conducta y temas relacionados a la salud de los delfines cautivos no puede aplicarse útilmente a las poblaciones silvestres, debido a que los delfines en cautividad viven en un entorno artificial y suelen estar sujetos a medicaciones que alteran su química corporal. Los estudios de conducta realizados sobre delfines en cautiverio carecen del potencial de mejorar la conservación de los cetáceos en libertad, debido a que están obligados a llevar vidas artificiales. Los delfines cautivos siguen una rutina básica diaria muy contraria a los movimientos libres de los cetáceos en su medio.

Educación
Muchos delfinarios argumentan que juegan un rol importante en la educación y apreciación del público sobre la vida salvaje. De hecho, algunos organismos reguladores requieren que los delfinarios demuestren un “valor educacional” en sus presentaciones. WDCS cree que los parques marinos y los delfinarios distorsionan significativamente el entendimiento del público sobre el medio ambiente marino. Frecuentemente, los mensajes educacionales ocupan un segundo lugar debajo de las actuaciones de los delfines, donde los saltos y chapuzones son los principales atractivos, y cualquier aspecto educativo se pierde en medio del glamour y el entusiasmo del espectáculo. Adicionalmente, la compleja naturaleza de la vida de los delfines y las ballenas no puede ser demostrada en un tanque. Actualmente, es más fácil que nunca avistar ballenas y delfines en su medio ambiente natural y WDCS promueve los avistamientos responsables de cetáceos.
Al menos 135 orcas han sido capturadas de la vida salvaje desde 1961 con fines dirigidos al cautiverio. Ciento doce de las cuales (82%) se encuentran actualmente muertas.
De las 112 orcas muertas, el promedio de vida en cautividad fue de menos de seis años ( 1 día en cautiverio = 27,2 años en su estado de libertad).
La mayoría de las orcas cautivas muere antes de alcanzar los 20 años de edad. En libertad, las orcas macho tienen una expectativa de vida de 29 años y las hembras de 50. Algunas orcas silvestres han vivido hasta 90 años en libertad.
De 65 embarazos registrados en cautiverio desde 1968, solo 28 crías (43%) han logrado sobrevivir.

WDCS: Brookfield House, 38 St. Paul Street, Chippenham, Wiltshire SN15 1LJ, UK;
+44 (0)1249 449 500 www.wdcs.org jmarioc@cajamar.es
WDCS es la voz global para la protección de delfines, ballenas y su entorno. WDCS tiene oficinas en Argentina, Australia, Alemania y Estados Unidos.



Copyright (c) 2001 BUCEO XXI - S.G.I. Asociados - Todos los derechos reservados