TEXTO Y FOTOS:
J. luaces-C. Toscano

ARQUEOLOGÍA
Galicia sumergida
 
Pecios romanos, la Escuadra de la Plata y los tesoros de Rande, esperan en los fondos el despertar de su olvido.
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En Galicia la arqueología subacuática aparece necesariamente ligada a la denominada Escuadra de la Plata y al mito de los tesoros de Rande. Ya Julio Verne en su célebre veinte mil leguas de viaje submarino utiliza sus conocimientos y fantasía para pasearse, en compañía del capitán Nemo, por las profundidades de la Ría de Vigo en busca de los galeones hundidos por la piratería anglo-holandesa en 1702.
Sin embargo, el verdadero inicio de la arqueología subacuática en Galicia está asociado a la aparición, en 1975, del G.I.R.A.S. (Grupo de Investigación y Rescate Arqueológico Submarino) vinculado al Club del Mar y relacionado con el Museo de S. Antón (A Coruña). Este grupo está coordinado en tierra por Felipe Senén López, director por entonces del Museo de San Antón, aunque la verdadera labor subacuática correrá a cargo de Rafael Mejuto García. Entre 1976 y 1979, este grupo trabajan en Fisterra, Laxe (recuperan cañones de bronce), Viveiro (restos del expolio de la fragata Magdalena) y en la bahía de A Coruña (material prerromano, romano, medieval y contemporáneo).
Entre 1982 y 1983, un grupo de arqueólogos y buceadores vinculados al Museo de Pontevedra, desarrollan un plan sistemático de prospecciones subacuáticas centrado en el litoral pontevedrés. Estos trabajos están dirigidos por Antonio de la Peña Santos y en ellos participan miembros del club Calabaza de Marín y de Montañeros Celtas de Vigo. Algunos de estos buceadores se integraron en el Grupo Arqueológico Alfredo García Alén formando su sección Subacuática (dirigida por Eutimio Rodríguez Biempica). Este grupo, con apoyo de arqueólogos en superficie (A. de la Peña, Ramón Patiño, Juan Naveiro, etc.) realiza trabajos en la Rías de Arosa, Pontevedra y Vigo documentándose importantes hallazgos desde época romana al s. XVIII.
Hasta el momento todos los trabajos habían sido realizados por buceadores dirigidos desde superficie por arqueólogos. Esta situación hace que desde 1984 se denieguen, por parte de la Xunta de Galicia, todos los permisos de arqueología subacuática. Ante este vacío profesional entre 1985 y 1986 se celebra un curso de buceo para arqueólogos, organizado desde la F.E.G.A.S y financiado por la Consellería de Cultura.

Falta de apoyo
Con arqueólogos buceadores, el apoyo del Museo Provincial de Pontevedra y la financiación de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia se consiguió la introducción de la arqueología subacuática dentro de los planes de investigación de la Comunidad Autónoma. Dentro de este panorama es de destacar la falta de apoyo de la Universidad de Santiago -Departamento de Prehistoria y Arqueología- que negó a dos de sus propios licenciados el aval científico, en aquellos momentos requisito imprescindible para la aprobación de los proyectos arqueológicos.
Entre 1987 y 1993 se continúa la actividad arqueológica subacuática en Galicia. Bajo la dirección de los autores de este artículo, se inician una serie de trabajos de prospección y excavación. En 1987 se inicia la prospección de la ría de Vigo y se realiza una recuperación de urgencia de dos cañones de bronce en Cabo Silleiro.

Proyecto
En 1988 se trabaja en la Ría de Arousa, en un pecio romano hundido cerca de la isla de Cortegada. Fueron recuperados fragmentos de ánfora, cerámica común y terra sigillata que nos llevan a la época de dominio de la dinastía Flavia. La embarcación, con un cargamento de vino y cerámica, posiblemente se dirigiese río Ulla arriba hacia Pontecesures-Padrón (proximidades de la ciudad de Iria Flavia) en donde existen indicios claros sobre la existencia de un puerto romano.
En 1989 se continúa la prospección en la Ría de Vigo con trabajos en Cala Melide y las islas Cíes y se inicia un proyecto televisivo -del productor Fernando Navarrete y la TVG- para la realización de una serie documental sobre la Batalla de Rande. Esta circunstancia será en parte el desencadenante de que se inicie, en esos momentos, la investigación sistemática de la ensenada de S. Simón. Son años de esplendor de la arqueología submarina. en Galicia: se crea una escuela taller de buceo científico y se inicia la investigación de los galeones de Rande.
Después de varios siglos de expolio, de leyendas, de trabajos furtivos y de concesiones estatales para recuperar los barcos, le toca el turno a un equipo de arqueólogos, biólogos, buceadores profesionales, etc. que, de forma sistemática, realizarán la localización y registro arqueológico de los restos de la batalla.

Magen y Stenuit
Muchos de los barcos estudiados se encuentran cerca de la línea de costa -en algún caso apenas hay 1m de profundidad- y posiblemente encallaron o fueron varados, quedando ladeados en la orilla. Se encuentran quemados más abajo de la línea de flotación esparciéndose el lastre de las bodegas. Aparecen restos del lastre de cantos rodados -que en algunos casos aparece concentrado formando túmulos-, quillas y cuadernas de los navíos, bolas de cañón, metales, cerámicas, etc.
Son numerosos los restos aparecidos y muchos más los que yacen enterrados bajo el fango. Algunos autores- Magen y Stenuit- hablan de hasta 25 pecios, aunque describen menos de la mitad. Pero hasta el momento sólo se han estudiado, con metodología arqueológica, los restos de cuatro naves francesas y un galeón español.

 


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