Los cefalópodos son moluscos, entre los que destacan las sepias, los calamares y los pulpos, son un grupo muy antiguo que surgieron hace unos 500 millones de años, en el Cámbrico tardío. En la actualidad existen unas 700 especies de cefalópodos que han evolucionado muchísimo y que en muchos casos su concha se ha hecho interna (sepias, calamares) o ha desaparecido, como en los pulpos. Así y al carecer de una concha externa que les proteja, estos animales se convirtieron en una fácil presa rica en proteínas, en un suculento manjar para los múltiples animales que habitan los océanos. Pero a su vez los cefalópodos han desarrollado una habilidad especial que les permite volverse totalmente invisibles a los ojos de sus predadores en menos de 2 segundos. Son los maestros del camuflaje, pudiendo desaparecer ante los ojos de cualquier depredador, incluso mamíferos marinos, asemejándose a cualquier fondo marino natural y a muchos artificiales.

Cambios de color
Estos rápidos cambios del colorido de estos animales se debe a la característica estructura de su piel. La epidermis de estos animales es transparente, no así su dermis que contiene diferentes pigmentos, como los cromatóforos, que pueden ser amarillos (xantóforos) situados cerca de la superficie, rojos y naranjas (eritróforos) situados debajo de los anteriores, y marrones o negros (melanóforos), situados más profundamente en la dermis. Los cromatóforos en realidad son sacos de pigmentos (amarillo, rojo o marrón) rodeados por una serie de músculos radiales de tal manera que cuando los músculos se contraen los sacos se expanden esparciendo los pigmentos. Estos sacos son elásticos, así cuando los músculos se relajan los sacos se contraen. Los músculos que rodean esto sacos están controlados por nervios que se conectan directamente con el cerebro, por ello sus respuestas pueden ser tan sumamente rápidas. Además de su color los cefalópodos también pueden cambiar su textura para imitar la forma de ciertas rocas o corales gracias a la presencia de unas papilas en su piel. Incuso muchas veces estos animales adoptan formas parecidas a su entorno, como sepias que mueven sus tenáculos hacia arriba imitando el movimiento de las algas, o pulpos miméticos que adoptan formas de peces para desorientar a sus enemigos.
Los cefalópodos son los animales de camuflaje más cambiante del planeta. No existe otro animal que pueda igualar su variedad y velocidad para “disfrazarse”.
La visión
La visión de estos animales está muy desarrollada, aunque parece ser que no pueden captar los colores. Parece que son monocromáticos, es decir, solo son capaces de ver un color, generalmente el azul o verde. Pero aun así se puede afirmar que los ojos de los cefalópodos están mejor diseñados que los nuestros, ya que carecen de nuestro punto ciego, lugar por donde los nervios y venas entran en nuestro ojo mientras que en estos animales éstos entran individualmente por la zona trasera del ojo. Y mientras nuestra retina es redonda, varía en los cefalópodos, siendo también redonda en calamares, en forma de raya en los pulpos y de W en las sepias. Además gran parte de su cerebro esta destinado a procesar la información visual.
Patrón: moteado, uniforme e irregular
Las sepias comunes por ejemplo, poseen más de 40 o 50 apariencias para confundirse con su entorno. Pero los diferentes patrones pueden resumirse en tres: uniforme, moteado e irregular. El patrón uniforme que consiste en patrones con poco o ningún contraste es adoptado por estos animales en fondos uniformes. El patrón moteado se caracteriza por tener pequeñas manchas ovales claras u oscuras que suele ser uniformes en toda la superficie del animal. El patrón irregular, el más habitual, se caracteriza por presentar manchas claras y oscuras de gran contraste en una configuración no repetitiva, que produce un camuflaje al confundir tanto la forma como la orientación del animal. Para que el animal adopte uno u otro patrón no solo es esencial el tamaño de las partículas y objetos del fondo, sino también la luz. Pero no solo son significativas las señales horizontales sino que también las verticales son esenciales para adoptar el patrón adecuado. Incluso muchas veces se acerca a piedras u otros objetos verticales para adoptar un camuflaje más efectivo. Es sorprendente que siendo estos animales monocromáticos, es decir, que no pueden capta los colores, son capaces de imitar los contrastes de los objetos del fondo, su tamaño e intensidad produciendo rápidamente el patrón adecuado para cada ocasión. Pero más sorprendente es el descubrimiento de que esta dinámica del camuflaje también ocurre durante la noche. Esto demuestra que no solo los predadores nocturnos tienen una perfecta visión nocturna, sino que la visión nocturna de los cefalópodos también es excelente.
El predador y las presas
Una primera respuesta contra los predadores es el camuflaje, permaneciendo inmóvil y adoptando bien el patrón continuo, el moteado o el irregular. Pero aún así si éste fallara, posee otras respuestas, como “volar” o enterrarse o producir bandas de color en su cuerpo que se mueven rápidamente o huir, mediante un rápido escape, utilizando su tinta, etc. Pero muchas veces en vez de escapar ante un ataque de un predador las presas intentan disuadirlo de su ataque señalando la proximidad del predador. Esto ocurre con la sepia común Sepia officinalis, que dependiendo del predador reacciona de diferente manera. Así ante la presencia de peces teleósteos, que basan su ataque en la visión, en principio optan por el camuflaje. Si este falla, adopta otra coloración consistente en a presencia de dos grandes manchas oscuras en su espalda mientras extiende sus tentáculos para parecer más grande de lo que realmente es. Sin embargo si el predador es un cangrejo que caza utilizando señales químicas o un tiburón que capta los campos eléctricos de las presas, su respuesta es huir inmediatamente. Este comportamiento, sino raro en animales superiores, es único entre los invertebrados. Los misterios del sistema de su camuflaje de los cefalópodos y su comunicación aún no pueden ser bien explicada, permaneciendo en secreto. Secreto que quiere desentrañar el ejército de USA para utilizarlo en sus tropas. Un uniforme que cambiara rápidamente de color y textura para desaparecer ante los ojos del enemigo en segundos confundiéndose totalmente con el entrono sería de vital importancia para cualquier ejercito que desentrañara uno de los secretos mejores guardados del mundo animal.
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