El
Diadema antillarum es una especie aloctona, procedente del Caribe,
donde su papel en el biotopo es muy importante ya que controla el
crecimiento de las algas sobre los corales, evitando su muerte y
favoreciendo su crecimiento. La aparición de esta especie
en las aguas canarias data de los primeros viajes a América,
pero su explosión demográfica ha sido enorme en los
últimos 50 años. Esto es debido principalmente a la
desaparición de sus depredadores a causa de la sobrepesca
y abusos del hombre. Entre los depredadores destacan los sargos
(Diplodus sp.), el pejerojo (Bodinus scrofa), el tamborilero espinoso
(Chilomycterus atringa), la sama roquera (Pagrus auriga), los ballestas
(Balistidae sp.), las estrellas de mar (Marthasterias sp., Coscinasterias
sp.) y las caracolas (Phallium sp. o Charonia sp) entre otros. El
resultado de la ruptura del equilibrio natural, es decir, la disminución
drástica de estas especies depredadoras del erizo, es el
desarrollo de los blanquizales, auténticos desiertos en medio
del mar. El erizo Diadema antillarum es un equinodermo que alcanza
unos 8 cm de diámetro, aunque contando las púas puede
alcanzar los 30 cm. Generalmente es negro aunque existen individuos
con colores morados y con bandas blancas en la zona basal.
Se alimenta de noche, con lo que evita a sus depredadores. Durante
el día se esconden en cavidades o se apiñan en las
rocas defendiéndose con sus púas. Son gregarios y
conocen bien el territorio en el que viven, regresando casi siempre
a los mismos refugios.
Se reproducen a lo largo de todo el año. La fecundación
es externa. En las primeras etapas de la vida son planctónicos,
aprovechando estas etapas para alejarse de sus padres evitando la
competencia. Tras 50 días, la larva va hacia el fondo buscando
zonas oscuras donde asentarse y crecer. Es en esta fase, cuando
los erizos aún tienen espinas pequeñas, cuando el
control de su población ocurre en ecosistemas sanos, ya que
son una presa fácil para peces y otros invertebrados. Pero
al no suceder así en Canarias, se produce un aumento de población
de los erizos y la consecuente aparición de los blanquizales.
El Atila de las algas
El erizo de Lima constituye en la actualidad un de los invertebrados
marinos gregarios más numerosos del infralitoral canario.
Los erizos raspan las rocas dejándolas totalmente limpias.
Se alimentan de los propágulos y pequeñas algas que
intentan desarrollarse, con lo que mantienen el ecosistema en unas
condiciones muy desfavorables para el resto de herbívoros,
tanto peces como otros invertebrados. Las algas desempeñan
un papel esencial en el ecosistema, ya que constituyen el primer
eslabón de la cadena alimenticia. De ellas se alimentan los
peces herbívoros y permiten tanto el desarrollo de muchos
invertebrados asociados como la cría y desarrollo de alevines
de muchas especies de peces e invertebrados. Por lo tanto, del control
de este herbívoro depende el buen estado de los ecosistemas
bentónicos en Canarias, y especialmente la comunidad de peces.
En resumen, la sobreexplotación de los recursos pesqueros
por parte del hombre ha provocado desequilibrios en los ecosistemas
lo que favorece la propagación de este erizo que va a eliminar
el sustrato vegetal y con ello va a provocar la desaparición
de lugares de alimentación refugio y cría de otras
especies animales. Esta disminución de biomasa y biotopos
va a producir una disminución de recursos pesqueros y una
influencia negativa en la economía.
Reintroducir depredadores
Para la solución de este importante problema es necesaria
la concienciación de toda la sociedad, de los pescadores
y de las autoridades competentes. Se debería respetar y hacer
respetar la legislación vigente y crear nuevas áreas
protegidas. Las autoridades canarias están llevando a cabo
un plan cuyo principal objetivo es la recuperación de sus
fondos marinos. El primer paso es la eliminación sistemática
de los erizos de Lima. Se ha observado que tras la eliminación
in situ de los erizos, la capa vegetal comienza a desarrollarse
rápidamente, atrayendo a la zona a los pequeños invertebrados
que se alimentan de éstas, volviendo a desarrollarse poco
a poco los ecosistemas originales. El camino mas rápido para
la eliminación de los erizos es el aumento de las poblaciones
de sus depredadores. En la actualidad se están realizando
estudios para la reintroducción de poblaciones de tamborilero
espinoso (Chilomycterus atringa) en la costa canaria. Para ello
es necesario que la cría en cautividad de esa especie sea
un éxito. En la actualidad sólo en los fondos de la
isla de El Hierro se han detectado poblaciones de esta especie de
pez gracias a la baja explotación pesquera de estas aguas,
según el Cabildo de El Hierro.
|