El
papel de los bosques de plantas marinas o praderas de Posidonia
oceánica en los ecosistemas mediterráneos es básico
para el equilibrio y riqueza de nuestros fondos. Las plantas que
forman las praderas son la base para el desarrollo de diferentes
hábitats, que permiten vivir en ambientes óptimos
a un gran número de animales y plantas.
Comunidad típica del Mediterráneo
Al nadar sobre una pradera de Posidonia oceánica podemos
tener la sensación de desplazarnos sobre una zona con poca
vida. La realidad es muy diferente. Es una comunidad paisajística
típica del Mediterráneo que se encuentra bien desarrollada
en fondos de arena entre 0 y 40 metros de profundidad con aguas
limpias y calmadas. Ocupan grandes extensiones de fondos blandos,
dando soporte a una alta variedad de organismos.
La planta de Posidonia está formada por unos rizomas o raíces,
un corto talo y por unos alargados haces de hojas acintadas. El
tener una estructura vertical determina la existencia de un gradiente
lumínico que condiciona la disposición de los vegetales
y animales en los rizomas y a lo largo de las hojas. . Es en las
cavidades y oquedades que forma donde gusanos, micromoluscos , crustáceos,...
muestran su mayor riqueza. No nos ha de extrañar encontrar
en los rizomas algas rojas esciáfilas como las Peyssonnelias,
Corallinas,... que serían típicas de zonas más
profundas. La poca luz que llega favorece el desarrollo estas microcomunidades.
Las hojas de Posidonia presentan una base suficiente para ser ocupadas
por especies epífitas (animales o vegetales que viven sobre
las estructuras de otras plantas). Es muy interesante ya que aparecen
especies de animales y algas que sólo viven sobre ella. Sobre
la superficie de las hojas primero suelen instalarse las colonias
lineales del briozoo Electra posidoniae, que forman celdas irregulares
a lo largo de la hoja, o del hidrozoo Sertularia perspusilla que
forma colonias de pólipos eréctiles. Posteriormente
se produce una invasión masiva de algas calcáreas
de una especie de alga roja incrustante llamada Fosfiella farinosa
que forma costras de color rosado.
Durante la noche , muchos son los animales que se desplazan desde
los rizomas hasta las hojas para alimentarse. Pero también
es normal encontrar animales fotófilos sobre los ápices
de las hojas.
Entre
los haces de las plantas
La planta se fija sobre zonas arenosas de diferente grosor de grano
de arena. Entre haz y haz de planta hay un sustrato útil
y muy protegido para que muchas especies de animales pasen desapercibidas
de posibles depredadores.
El factor reclutador de las comunidades de las fanerógamas
marinas está fuera de toda duda. Muchos alevines de peces,
cefalópodos,... buscan el abrigo de las hojas para huir de
sus depredadores. Entre las especies nadadoras que suele verse entre
las hojas encontramos los cefalópodos Sepia officinalis o
jibia y Octopus vulgaris o pulpo. Los peces están bien representados
por lo lábridos (Labrus, Symphodus).
Diversidad, índice de riqueza
El índice de riqueza de especies en la pradera de Posidonia
es de los más altos dentro del ecosistema marino. Es comprensible.
La estructura estable formada por los rizomas acoge un importante
número de especies de algas y animales. La pradera les aporta
alimento, protección y sustrato donde fijarse. Ello nos da
una idea de su valor estratégico como unidad de información
y nos permite poder valorar el estado de salud de los fondos en
función de los parámetros de presencia y diversidad
de especies en la comunidad de Posidonia.
Papel
fundamental en los ecosistemas marinos
Las praderas tienen un papel decisivo para los ecosistemas marinos.
Fijan los sustratos blandos dando lugar a una base estable sobre
la que se estructuran comunidades y microhábitats muy ricos.
Tienen un efecto amortiguador del oleaje y de las corrientes, impidiendo
la erosión de la línea de costa y la desaparición
de las playa. Estas plantas superiores tienen un efecto depurador,
al retener entre sus matas los sedimentos, y al oxigenarlos, favorecen
la degradación de la materia orgánica.
Con aguas limpias no es extraño encontrar praderas extensas
de Posidonia a 40 metros de profundidad. Pero hay procesos que favorecen
su destrucción como son:
La erosión mecánica debida al anclaje de embarcaciones
(en la cala de Sa Tuna. Begur - Girona, la pradera se encuentra
troceada en pequeñas extensiones, observándola en
un estadio regresivo avanzado por culpa de su uso como zona de fondeo)
, la influencia de la contaminación orgánica que favorece
la turbidez de las aguas, y los procesos de sedimentación
y erosión. Se observa claramente en las praderas con una
influencia directa de la acción del hombre un importante
descenso de la diversidad de las especies. Es por todo ello que
se pueden considera a la Posidonia oceanica como un buen bioindicador
de la evolución del estado de salud de nuestros fondos marinos.
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