BIOLOGIA
Los primeros bichitos en nuestro cubo playero

Quién no ha ido de niño a pescar unas quisquillas y unos cangrejos a las rocas de la playa con un cubo de esos que también utilizábamos para hacer castillos de arena. Las quisquillas eran más difíciles de coger porque saltaban como demonios, dándonos unos buenos sustos y escapándose del cubo o de nuestras manos para acabar muriendo en la arena. Ahora las vemos en su medio sin molestarlas y, a pesar de ser compañeras de nuestras aventuras en el mar desde la infancia, sabemos muy poco de ellas.
El camarón o quisquilla es un crustáceo del orden de los decápodos (familia Paleomonidae). Viven tanto en aguas dulces como saladas, así como en regiones templadas y tropicales o frías y gélidas. Habita en aguas poco profundas, cerca del fondo, donde se alimenta de plantas y pequeños animales. Ciertas especies son pelágicas y viven en aguas abiertas, a veces a profundidades de hasta -5.000 m.
Su rostro esta bien desarrollado, con los bordes dentados. El cuerpo es rechoncho y liso, con espina antenal y branquiostegal. El telson es triangular, con dos pares de espinas dorsales y apéndice agudo. El primer pereiópodo es delicado y se encuentra menos desarrollado que en segundo, el cual es más prolongado y robusto. El palpo mandibular tiene dos artejos.
Su cuerpo es transparente con varias bandas anchas de tonalidad pardusca en los límites de los segmentos, y otras más estrechas entremedio sobre el dorso, con numerosas manchas blancas, amarillas y pardas. Los ojos son de color verde.
Para poder crecer, tienen que desprenderse de su esqueleto (exoesqueleto), formado por una sustancia dura (quitina) que al cocerse adquiere color rojo, lo que se denomina “muda”. En un momento dado, cuando las partes blandas del animal ya no caben en su envoltura protectora se salen de ella para volver a crear sobre si mismo otra nueva de mayores dimensiones. Tras la muda el crustáceo queda sin protección alguna frente a sus enemigos que, en caso de localizarlo, lo devorarán sin miramientos. Por esta causa busca lugares recogidos para ocultarse mientras endurece su nuevo esqueleto y por esta misma causa, además de otras, resulta difícil su cultivo. Los fondos rocosos con crecimientos de algas y algunas charcas de marea, siempre en aguas superficiales, son sus lugares preferidos.
Es una especie muy abundante en nuestras costas a pesar del acoso que es objeto, ya que suele usarse como carnada para la pesca con caña o volantín.
Su actividad es nocturna y se alimenta casi de todo lo que puede sujetar con sus pinzas diminutas. Es muy fácil pasarla por alto debido al color de su cuerpo. Suelen ser transparentes, de color verde o castaño. Tienen el abdomen grueso y musculoso, el cual contraen de forma brusca cuando realizan sus rápidos desplazamientos de huida hacia atrás.
El camarón común europeo se encuentra en abundancia en las playas de arena. Tiene un tamaño promedio de 10 cm de largo y es muy valorado por su exquisitez. El camarón autóctono es el marisco que mayor precio llega a alcanzar en el mercado gallego, donde se comercializa vivo o cocido en origen.
También en estado vivo o congelado llega a Galicia camarón importado procedente de diversos países europeos.
Existe gente que cree que la quisquilla es el nombre que se le da al camarón pequeño, cuando se trata de otra especie de muy inferior calidad, que se pueden distinguir porque, en fresco, su color es de un gris azulado, mientras que el camarón es parduzco, la cabeza es más bien cuadrada cuando en el camarón resulta más triangular y porque sus pinzas muestran características muy diferentes.
 
 
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