BUCEO ADAPTADO
TEXTO: Xisco Mascaró
Instructor de Buceo Adaptado IAHD
Club “TORTUGA”. BUCEO ADAPTADO CANARIAS
Bucear por encima de todo

El buceo encuentra soluciones para que las personas discapacitadas disfruten bajo el mar

 


Ya antes de nacer, los humanos estamos sumergidos dentro de un líquido, por un período aproximado de nueve meses. ¿Cabría pensar que si al nacer nos enseñaran a bucear en vez de a caminar lo haríamos incluso mejor? Quizás sí, pero nuestra adaptación es bípeda, y así viviremos, con los pies en la tierra.
De un modo genérico, podríamos valorar las discapacidades en tres grandes grupos: físicas, psíquicas y sensoriales. Pero haremos hincapié en las primeras.

Deficiencias físicas motrices
Son aquellas que afectan al aparato locomotor o las surgidas con la pérdida de miembros o de sus partes esenciales. Las personas que padecen estas deficiencias se clasifican a su vez en:
Hemiplejía: es la parálisis en sentido vertical del lado del cuerpo producido por una lesión cerebral del lado contrario.
Paraplejía: es el resultado de una lesión medular que produce fundamentalmente parálisis de la cintura para abajo, de toda la mitad inferior del cuerpo incluídas las piernas. La parálisis es el síntoma básico que le da el nombre (paraplejía, palabra derivada del griego, que quiere decir parálisis de las dos extremidades inferiores) pero lleva asociados otros síntomas tales como pérdidas de la sensibilidad, y alteraciones de la regulación vegetativa de la orina y de las heces.
Tetraplejia: es la misma situación anterior pero con la parálisis y falta de sensibilidad aproximadamente desde el nivel del cuello, es decir, abarcando las cuatro extremidades. Además existen síntomas del área vegetativa del cuerpo en forma de alteración de los esfínteres (de la orina y de las heces) y trastornos también del control del sudor, de la temperatura corporal, etc.
Mutilado: es la pérdida parcial o total de alguna de las cuatro extremidades: brazos o piernas.
Y también habría que añadir las minusvalías derivadas: reumatismo, miopatía, monoplejias, tuberculosis óseas, etc. Las causas son varias y podríamos agrupar así las principales:
De nacimiento: por una mala atención en el parto o incluso durante el embarazo. También por dificultades presentadas en el momento que no son sólo por negligencia en la atención.
Accidentes: cada vez es mayor el número de personas disminuidas como consecuencia de accidentes de trabajo profesional. La paraplejía avanza a pasos agigantados como consecuencia del aumento de accidentes.
Alimentación: la mala alimentación, durante el embarazo, y después durante los primeros meses y años de infancia, es causa de malformaciones y enfermedades que desembocan en deficiencias de por vida.
Errores en la atención médica: no sólo en el momento del parto, sino en la atención de enfermedades, que al no ser bien atendidas degeneran en otras más graves o en el caso de operaciones que provocan lesiones.
La guerra: además de otras consecuencias fatales, las guerras producen miles de inválidos, como es el caso de los niños mutilados por las minas antipersonas.

Buceo adaptado
El buceo adaptado es el conjunto de actividades subacuáticas, en apnea o con escafandra autónoma que realizan individuos con discapacidad física, precisando para ello una serie de adaptaciones de material, técnicas o de logística, para poder practicar el buceo con la misma seguridad que los individuos comunes.
Ocurre también que, a causa de una discapacidad, no sería posible ejecutar el protocolo normal en un curso de iniciación, ya que para pasar a las prácticas en aguas abiertas es imprescindible lograr los objetivos de los ejercicios de piscina/ aguas confinadas.
Todo esto, hasta llegar a un grado de discapacidad máxima que contraindica el buceo tanto en apnea como con botellas; pero hemos de tener en cuenta que dependiendo de la organización, la contraindicación puede ser mayor o menor. Así tenemos que la FDMF (Federación Española de Deportes para Discapacitados Físicos) pone más limitaciones que la IAHD (Asociación Internacional de Buceadores Discapacitados).

Tipos de discapacidad
Pero partiendo de las premisas de la FDMF, se fija una discapacidad máxima que contraindica el buceo con escafandra y en apnea, como pueden ser:
Tetraplejia completa hasta determinado nivel motor.
Parálisis cerebral que no pueda realizar marcha útil o con afectación de extremidades superiores que permita una garra gruesa útil.
Amputados en ambos brazos, valorando el tipo y la posibilidad de usar prótesis adaptadas al buceo.
Trastornos en la deglución.
Como contraindicación absoluta, además de la estándar y la particular del nivel de la discapacidad, tiene que sumar las enfermedades coronarias y pulmonares graves (hasta un 50% de la capacidad ventilatoria), la epilepsia y perforaciones irreversibles.

El compañero de buceo
Si el compañero de buceo es imprescindible como norma de seguridad en una inmersión normal, cuando buceamos con una persona discapacitada, es vital por cuestiones obvias. El Dive Partner o pareja de buceo es un buceador certificado que ha recibido entrenamiento específico para bucear con un buceador discapacitado. Este recibe experiencia de primera mano para comprender los principales problemas que afectan a los buceadores discapacitados. El entrenamiento también cualifica para ser un asistente de buceo eficiente.
La participación del Dive Partner en la orientación implica una completa comprensión de la naturaleza y desarrollo del discapacitado, pues el elemento vital siempre la comprensión del alumno individual, sus necesidades, facultades, potencialidades e intereses, que debe complementarse por el conocimiento sistemático de los principios, finalidades y objetivos de la instrucción, y de las técnicas empleadas en la práctica del proceso. Han de adaptarse emocional, social y moralmente en un mundo que, en sí mismo, se halla totalmente inadaptado.
Es necesario tener 16 años, ser buceador certificado por una organización de enseñanza de buceo reconocida internacionalmente; demostrar 20 buceos registrados, demostrar experiencia en navegación subacuática y en buceo nocturno y haber recibido entrenamiento en rescate, primeros auxilios y RCP.


 

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