TEXTO: Xisco Mascaró
Instructor de Buceo Adaptado
Club Tortuga - Las Palmas de G. C.

BUCEO ADAPTADO
Un mar para todos
 
El Club Tortuga de Gran Canaria ofrece el turismo adaptado
Hace tiempo, el Club Tortuga se propuso la idea del “Turismo Adaptado”, de forma que diferentes personas con discapacidad pudieran disfrutar no sólo de los encantos que ofrece Las Palmas de Gran Canaria, sino que, a través de una idea llevada a la práctica por su Presidente Xisco Mascaró, se hiciera posible la práctica del buceo.
Teresa Ramírez, nacida en Melilla pero residente de Granada y licenciada en Farmacia, “boticaria” como le gusta que la califiquen, y muy enamorada del mar, practicante de la natación y estudiante en la Facultad de Psicología de Granada, cumplió sus deseos al ver uno de tantos artículos que el Club Tortuga tiene en publicaciones de las diferentes asociaciones de personas con discapacidad.
Enseguida se puso en contacto con el Club y, sin pensárselo, pidió plaza en uno de los cursos que programa semanalmente el Club Tortuga. Compró los billetes, hizo las maletas y se dirigió a Las Palmas.
Teresa padece polio y, aunque nació sana contrajo el virus a los pocos meses de nacer que le afectó las dos piernas de diferente forma. La poliomielitis es una enfermedad viral aguda que ocurre de manera esporádica y en epidemias. Se caracteriza clínicamente por fiebre, a menudo con rigidez de cuello y torso. En la enfermedad menor éstos pueden ser los únicos síntomas. La enfermedad mayor, precedida o no por la de tipo menor, se caracteriza por afección del sistema nervioso central. Hoy por hoy, afortunadamente todos los niños ya son vacunados al nacer y no presentan estos síntomas. Otra forma clásica es la espinal paralítica, que es una forma de la polio anterior aguda en la que el diagnóstico está bastante claro a causa de la parálisis flácida, por lo general de una o más extremidades.
Teresa necesita bastones para desplazarse ya que ni siquiera se tiene en pie. Con la confirmación de que llegaba Teresa y viendo sus necesidades motoras, el Club Tortuga la acomodó en un hotel parcialmente adaptado, ya que insistió de buena manera que quería vistas al mar.
Paralelamente estuvo también con Luis Miguel Trujillo afectado en las últimas vértebras, concretamente la L-4 y L-5, con resultado de tener que emplear bastones también para caminar. A sus veintiocho años, este grancanario no se pone ninguna barrera.
Luis Miguel se vino por sus medios (con su vehículo), desplazándose por la zona con bastones, y nosotros le adaptamos las barreras para entrar al agua. En el caso de Teresa, al tener rigidez no espástica (sin temblores), fue un poco más complicado, pero de la misma manera le alisamos el terreno y empezamos con las actividades. En ambos casos efectuaron las actividades de sus programas con asombro, al ver que en el agua se desenvuelven de maravilla. Dependiendo de su soltura las prácticas tienen una mayor duración hasta alcanzar lo propuesto en los estándares de curso. De todas formas, cuando manejamos el scooter submarino ya es otra cosa: prácticamente se olvidan de las piernas.
Estas dos personas, aún teniendo diferentes tipos de minusvalía, han conseguido, más que un reto, disfrutar de las posibilidades que ofrece el buceo.
 

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