Las
plataformas de extracción de hidrocarburos precisan inspecciones
periódicas de acuerdo con sus correspondientes cuadernos
de mantenimiento que son extensos y precisos.
El cumplimiento de un programa de mantenimiento en estructuras de
este tipo es un requerimiento para el aseguramiento y clasificación
de estas instalaciones.
En las partes sumergidas de las plataformas, las inspecciones se
realizan por medio de buceadores y de vehículos submarinos
de control remoto (ROV).
El trabajo de buceadores consiste en:
Inspecciones visuales
de la estructura
Registro en video-tv
y fotografías de lo observado
Medir espesores de
metal
Revisar el estado de
la protección catódica
Revisar soldaduras
Limpiar la estructura
de flora y fauna adheridas a la misma
Lo anterior se puede considerar como trabajo rutinario.
En
determinados casos, los buceadores deben atender a trabajos especiales
tales como reparación de daños estructurales, modificación
o montaje de nuevos elementos, etc.
En su mayor parte, el trabajo de buceo se desarrolla a no más
de 20 metros de la superficie y requiere medios ligeros. En determinados
y limitados casos, por ejemplo para revisar soldaduras, se requiere
bucear a gran profundidad, lo que implica la movilización
de medios importantes tales como barcos de posicionamiento dinámico
con equipos de buceo a saturación.
Esta actividad que entra dentro de lo que se denomina Off-Shore
está muy desarrollada en determinadas zonas de producción
marina de hidrocarburos tales como el Mar del Norte, Golfo Pérsico,
Africa Occidental, Golfo de Méjico,...
En España, por la limitación de instalaciones, es
un sector de actividad muy reducida.
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