TEXTO: X. Grácia, J. Lavergne,
B. Clamor y P.Watkinson
FOTOS: Pedro Gracia

BUCEO TECNICO
Exploradores del vientre de la tierra
El espeleobuceo es una de las actividades subacuáticas mas apasionantes y arriesgadas, y la Isla de Mallorca uno de los lugares donde practicarlo. Para el hombre prehistórico las cuevas representaban el escenario de los misterios de la vida y de la muerte. En las religiones iniciáticas, la cueva se utilizaba para que el neófito pasara la prueba de la muerte. Era abandonado allí, desnudo y en la oscuridad, a fin de que renaciera como un ser distinto. Renaciera de este segundo vientre materno, vientre de la tierra, que es la cueva. En las galerías sumergidas el recuerdo de las sensaciones del medio acuático en el que se desarrolla el feto es aún mucho más intenso y cada regreso al exterior constituye un renacer.
zzzz

Definición de espeleobuceo
El espeleobuceo consiste en la exploración y el estudio de las cavidades sumergidas empleando las técnicas de buceo adaptadas al medio subterráneo. Se trata por tanto, de una especialización dentro de la espeleología. Sus practicantes pueden tener un doble origen: espeleólogos que utilizan las técnicas del buceo o bien buceadores marinos que se convierten en espeleólogos. Generalmente los submarinistas sólo visitan las cavidades como una actividad más, sin ser el único objetivo de sus inmersiones habituales, y en todo caso estas se realizan desde un punto de vista únicamente deportivo o lúdico.
Para los espeleólogos, las porciones finales de las cuevas totalmente inundadas significaban el punto final de la exploración de una cavidad. Pero con el paso de los años, lo que en los inicios constituía algo temido y no deseado, ya que significaba el final de la exploración, se convirtió para unos pocos en el objeto del deseo. Ya no se temía a la galería sumergida, sino que se buscaba, había nacido el espeleobuceo como actividad propia y sus practicantes, los espeleobuceadores, constituían auténticos privilegiados en franquear esos límites.
De la misma manera que ocurre con los espeleólogos, se pueden diferenciar los espeleobuceadores que únicamente son deportistas y amantes de sensaciones fuertes de los que buscan documentar y estudiar seriamente las cavidades inundadas. De todas formas, todos los aspectos: científico, deportivo y técnico se complementan para poder llevar a cabo grandes empresas y obtener resultados útiles y bien documentados.
La historia del espeleobuceo está constituida por una serie de episodios fascinantes, impresionantes descubrimientos, instantes de coraje y dramatismo que transcurren al mismo tiempo que evolucionan las técnicas de inmersión. Muchos de los pioneros del escafandrismo subterráneo pagaron con su vida el intento de franquear las galerías anegadas.

Técnica especializada
Una de las principales dificultades de los trabajos efectuados en las cavidades son las aproximaciones hasta las cuevas, a veces situadas a gran distancia de los lugares en donde se dejan los vehículos, ya que a muchas de ellas se accede desde tierra. Después de llegar a la cueva, se inicia el transporte hasta los lagos con el pesado y voluminoso equipo de inmersión. Según las cavidades se deben emplear escalerillas, cuerdas y pasar entre pasos estrechos y bloques inestables para llegar a alguno de los sifones. Una vez superadas todas estas dificultades, a veces agotados por el esfuerzo, comienza propiamente el espeleobuceo.
Hay que saber cuando detenerse, afianzar el hilo guía y regresar, no dejarse llevar por la emoción de continuar el descubrimiento porque si se apura el aire puede que no baste para el retorno. La forma física, la preparación técnica, un equipo adecuado para lo que se pretende acometer, comprender las cuevas, coraje, no tener nervios y ser consciente de las propias limitaciones son condiciones imprescindibles. No hay salida de emergencia, por este motivo todo el material se lleva por duplicado o triplicado. Con el aire de las botellas se aplica la ley de los tres tercios: un tercio para entrar, uno para salir, y el otro de seguridad. En todos los casos, los exploradores van colocando a medida que avanzan un hilo guía, previamente marcado con números. Este es el cordón umbilical que los enlaza con la salida, con la vida. El hilo guía es de grosor variable, se va anclando a las paredes de la cueva. A cada bifurcación de la cueva se coloca una flecha de plástico sobre el hilo guía, que indica el sentido de salida y que se pueda ver y notar con la mano. El agua de las cuevas se enturbia con facilidad y la roca calcárea descompuesta forma un fango donde es imposible la visión. La única forma de salir es agarrarse al hilo guía y tocar las flechas en dirección de salida, ya que en ocasiones, por desorientación uno no sabe si entra o sale.
En muchas cavidades, o bien en tramos de éstas, no se puede confiar en la ayuda del compañero, la nula visibilidad impide que sea consciente de una situación de riesgo y si además esto ocurre en una zona estrecha aún peor.
Para largas distancias se deben emplear un mayor número de botellas, que en ocasiones se van distribuyendo por las galerías a medida que se avanza o utilizar torpedos, es decir propulsores eléctricos con hélices, para ganar tiempo, ahorrar esfuerzo y consumir menos aire. En las cavidades en las que se dan profundidades considerables junto con tiempos de inmersión largos se entra en descompresión, por lo que las dificultades técnicas y los riesgos para los espeleonautas se incrementan considerablemente, complicando mucho más la progresión. En inmersiones de estas características se pueden o deben (según la dificultad) emplear mezclas de gases que permiten aumentar el tiempo de inmersión y reducir el riesgo de accidentes.
Hay que recordar incesantemente que sólo se debe ser practicada por gente preparada que cuente con una avanzada experiencia en espeleología y buceo en cuevas. Las causas de los accidentes suelen ser la inexperiencia, el equipo inadecuado o sobrestimar la propia capacidad. El tener mucha veteranía en buceo en mar no implica el estar preparado para el buceo en cuevas dificultosas, ya que son campos diferentes.
El hecho de ser una disciplina con un elevado riesgo hace que todas las precauciones sean pocas.

El Espeleobuceo en Mallorca
Mallorca a pesar de tener una extensión reducida (3.667 km2), es por sus características geológicas, un lugar propenso a la existencia de cavidades subacuáticas de elevado interés.
Son frecuentes las cuevas en las cuales las morfologías asociadas al desprendimiento de bloques rocosos, producto del reajustamiento mecánico de las paredes y techos, llegan a borrar muchos vestigios de las fases evolutivas anteriores; formándose en ocasiones salas de gran volumen. Las cuevas de la isla son bien conocidas por la belleza y abundancia de los espeleotemas que se encuentran en su interior. Una gran variedad de clases de formaciones están representadas: estalactitas excéntricas, helictitas, escudos, gours, estalactitas, estalagmitas, coladas, etc., en gran número y dimensiones considerables. Pero también son de gran interés y espectacularidad en las cuevas freáticas litorales las formaciones de corrosión causadas por la acción de disolución del agua sobre las rocas.
Las zonas litorales de los términos municipales de Llucmajor, Santanyí, Felanitx y Manacor, llamadas en Mallorca popularmente ses marines corresponden a plataformas rocosas planas formadas por rocas calcáreas arrecifales del final de la era terciaria. Los materiales que las forman pertenecen a un antiguo mar cálido similar al que se da en el Caribe actual. Estas plataformas planas envuelven las sierras del Levante mallorquín y formas los acantilados costeros. Es en estos materiales en los que se ubican las cavidades freáticas litorales más espectaculares por sus dimensiones.
La historia de esta especialidad espeleológica en Baleares se inició en 1954 con A. Ballester y F. Sibila entre otros, que realizaron exploraciones subacuáticas en la Cova Polida de Fornells y en la Cova dels Anglesos (Menorca). Pero es principalmente a principios de los años 70, la época en que se empezaron a realizar inmersiones, poco preparadas y con escasos medios técnicos por parte de buceadores de mar locales y espeleólogos aprendices de submarinistas. Posteriormente, a finales de los años 80, Mallorca pasó a ser frecuentada por espeleobuceadores de diversos países, en especial provenientes del País de Gales y Inglaterra. Mientras tanto también se producían inmersiones por parte de mallorquines en diferentes cavidades de la isla. No obstante, la documentación sobre los descubrimientos era en general escasa.
A partir del año 1994, el espeleobuceo en Baleares experimentó un gran avance, fruto del cual se han realizado diversos estudios relacionados con las cavidades con importantes prolongaciones bajo el agua. De forma organizada y sistemática los espeleobuceadores de la Federació Balear d’Espeleologia, con asesoramiento de la Societat d’Història Natural y en colaboración con la Universidad realizan el estudio descriptivo y científico de las cavidades litorales y de otras cavidades con prolongaciones subacuáticas. El Grup Nord de Mallorca (GNM) reúne desde comienzos de 1999 a todos los espeleobuceadores que hasta la fecha se encontraban diseminados entre la secció d’espeleologia del GEM, el propio GNM y el desaparecido CCDS. La sección de espeleobuceo está constituida por un reducido, pero muy activo grupo que realiza en cavidades sumergidas un elevado número de inmersiones mensuales. Sus actuales componentes más activos son: Xisco Gràcia, Juanjo Lavergne, Bernat Clamor, Peter Watkinson, Robert Landreth, Pedro Gracia y Oscar Espinasa (fotógrafo).

Investigación
En realidad no se puede hablar de auténtica exploración si no se produce como mínimo la descripción, mediante topografías realizadas con mediciones, de las características de las cavidades descubiertas.
La exploración, estudio, topografía y documentación de una cavidad inundada lleva implícito un trabajo muy importante, y en ocasiones un coste económico considerable, asumido normalmente por los propios espeleólogos. El trabajo de exploración, la elaboración de los planos, y la documentación fotográfica representan innumerables jornadas de inmersiones. Exploración tras otra, los buceadores espeleólogos van descubriendo y registrando las galerías subterráneas inundadas. Fruto de estas tareas ha sido la exploración, el estudio y la topografía de muchas cavidades entre las que destacan: la Cova de sa Gleda con 10.500 metros de recorrido, la Cova des Coll con 4880 metros (de los cuales 3389 metros son subacuáticos), la Cova d’en Passol con 2176 metros (las tres zonas subacuáticas que presenta totalizan un recorrido de 1.579 metros) y la Cova de Cala Varques B con 1.221 metros (1.127 metros bajo las aguas).
Actualmente se está trabajando especialmente en la marina de Manacor, en dónde se están hallando importantes novedades. El objetivo que se persigue es el estudio de las cavidades en sí mismas, exploración, descripción, geología, formaciones geológicas que presentan en su interior, formas de corrosión, espeleotemas, estado evolutivo en que se encuentran, bioespeleología de las aguas, con interesantísimos endemismos y especies despigmentadas y adaptadas a estos medios, así como de otros animales que frecuentan el medio, paleontología recolección de fósiles para su estudio científico, recogida de paleoniveles freáticos (formaciones que indican antiguos niveles de los lagos y de la oscilación marina) para determinar su edad e interpretación de los resultados por la Universitat de les Illes Balears, recuperación de materiales arqueológicos bajo la supervisión y autorización de Patrimoni Històric del Consell Insular de Mallorca, son algunos de los campos de acción. De forma organizada y sistemática los espeleobuceadores de la Federació Balear d’Espeleologia, con asesoramiento de la Societat d’Història Natural y en colaboración con la Universidad realizan el estudio descriptivo y científico de las cavidades litorales y de otras cavidades con prolongaciones subacuáticas.

Financiación
La gran parte de los trabajos efectuados se han realizado de forma altruista, aunque los últimos hallazgos y proyectos han requerido que se solicitase a diferentes instituciones su colaboración, por no poder ser asumidos los desembolsos económicos de forma personal por los componentes del equipo. El elevado coste del material sofisticado que se emplea hace que las ayudas recibidas sean insuficientes. De todas formas agradecemos la colaboración de la Direcció General d’Esports y de la Direcció General de Biodiversitat del Govern de les Illes Balears. También han colaborado el Departament de Medi Ambient y el Departament de Patrimoni Històric del Consell Insular de Mallorca, así como el Ajuntament de Manacor y la Federación Española de Espeleología.


 

Copyright (c) 2001 BUCEO XXI - S.G.I. Asociados - Todos los derechos reservados