Naufragio o fraudulento
hundimiento, el carguero griego Georgia K lleva más de
10 años a 97 metros de profundidad frente a la costa
de Menorca. |
El
25 de Noviembre de 1992, el carguero con bandera griega Georgia
K se hundió a 5 millas al nororoeste de Cap de Caballería,
tras zarpar del puerto de Barcelona con una carga de hierro destinada
a la construcción. Estaba gobernado por una tripulación
compuesta por marineros de distintas nacionalidades: griegos, chilenos,
pakistaníes, senegaleses y de Sri-Lanka.
El buque tenía 2.144 toneladas de desplazamiento, 68 m. de
eslora y 15,8 m. de manga y 5,9 m de puntal.
Una de las numerosas versiones de los hechos afirma que el Georgia
K navegaba en mitad de un temporal, con las escotillas abiertas,
y que la llamada S.O.S proporcionó datos falsos sobre su
posición.
Después de que la tripulación fuera rescatada y hospitalizada,
algunos de sus miembros realizaron duras declaraciones a un diario
Menorquín asegurando que el naufragio había sido provocado
por el propio Capitán del Georgia K, con el propósito
de cobrar las primas de seguro correspondientes.
Aparentemente,
el fraudulento plan perseguía el hundimiento del buque a
una profundidad de -1.000m en la costa norte. Pero al hundirse lentamente
y derivar hacia la costa el naufragio alcanzó una menor profundidad
de la prevista.
La Compañía aseguradora encargó una inspección
del buque mediante el empleo de R.O.V (Remote Operative Vehicle),
que reflejó una lectura de profundidad de -85 m alrededor
del puente, reposando el barco apoyado en posición de navegación
sobre un fondo arenoso plano a -97m. de profundidad.
Seis años más tarde, en Mayo de 1998, una expedición
procedente del Reino Unido respaldada por Cristal Seas partió
con rumbo a la localización del pecio. Los buceadores británicos
localizaron el pecio mediante el empleo de un Magnetómetro
y recuperaron el diario de abordo y otros documentos del puente
del buque que fue fácilmente identificado como el Georgia
K.
Reencuentro con un misterio
¿El 8 de agosto? Qué dices tendría que
cambiar mi vuelo... Esa fue mi primera reacción cuando
Mark Moss propuso la fecha para explorar el Georgia K. Así
pues, el Viernes 8 de agosto a las 04.30 a.m. el equipo integrado
por Mark Moss, responsable de Menorcatec, John Cafferm y Luís
Moreno de TDI España, se reunió para el briefing y
posterior carga de equipos en la base de Seven Fathoms-Menorcatec,
junto con el resto de los componentes del equipo: buceo de apoyo,
y fotografía.
A las 05.00 horas nos encontrábamos al norte de la isla en
Cala Morrell, lugar escogido como lugar de partida hacia el punto
de inmersión. Aún era de noche cuando salimos navegando
hacia nuestro destino. La naturaleza no podía regalarnos
un panorama más espectacular: la mar parecía un espejo,
bandos de gaviotas durmiendo sobre la superficie del agua, y como
telón de fondo las montañas cubiertas por la habitual
neblina menorquina.
Tras
20 minutos de navegación llegamos al punto de inmersión
donde instalamos el cabo de descenso con su correspondiente fondeo
y, posteriormente, la estación descompresiva. Ya estaba todo
listo cuando, de repente, despuntó un sol rojo por la línea
del horizonte, anunciando el amanecer.
Una vez equipados, nos sumergimos en el agua, teñida de un
azul intenso y cristalino. A - 6 m. realizamos el check-list de:
los equipos, fugas de gas, mezclas de viaje, fondo y descompresivas,
así como de las mezclas descompresivas de la estación.
Durante la primera etapa del descenso hacia el profundo azul, encontramos
una importante termoclina estratificada de unos 27ºC entre
la superficie y los -25m. Por debajo de esta profundidad la temperatura
del agua disminuyó a 14ºC.
A - 33 m. de profundidad, realizamos el cambio de gases sustituyendo
la mezcla de viaje Eanx 36 por la mezcla de fondo, un Trimix 12/50.
35 metros, 40, 60, 75, y todavía no se distinguía
nada en el azul, a excepción del cabo de descenso.
El primer contacto visual con el nuestro objetivo se produjo en
-83m. cuando atisbamos la parte superior del mástil enredado
con aparejos. Inmediatamente distinguimos al Georgia K. descansando
sobre un fondo plano y arenoso, rodeado de escasa flora.
La aproximación a la cubierta -casi en perfecto estado de
conservación- nos mostró el fondeo de la expedición
Británica de Mayo del 98, que se anclaba apenas a unos 15
m. de distancia del nuestro.
Seguimos el descenso por la banda de babor hasta alcanzar los -97m.
en un fondo salpicado de restos del pecio desprendidos del casco
como consecuencia de las tensiones mecánicas originadas durante
el impacto. 15 minutos de exploración, recorriendo la cubierta
principal, bodegas y mástil, al tiempo que contemplábamos
la colonización marina en toda la estructura, donde conviven
langostas y brótolas.
Demasiado
profundo
Por desgracia, los minutos del fondo transcurren como segundos y
mucho antes de lo que nos gustaría, debemos iniciar el ascenso.
Mientras nos dirigíamos hacia la primera parada de descompresión
en -51m., fuimos conscientes de toda la magnitud del Georgia K.
Todo transcurre según lo planificado.
La próxima parada de descompresión estaba prevista
en -48m. y así sucesivamente con una disminución de
tres metros en cada siguiente parada hasta la última y más
larga a -6m.
Según lo previsto, cuando alcanzamos los -33 m. realizamos
el cambio de gas, sustituyendo la mezcla de fondo trimix 12/50 por
la mezcla de viaje Eanx 36, al tiempo que Leendert Paans y Sam Wenman,
nuestros buceadores de apoyo, equipados con botellas adicionales
de seguridad con Eanx 36, supervisabn el cambio.
En la estación descompresiva situada a -9 m. y equipada con
más botellas de respeto con gas descompresivo, liberamos
en primer lugar el anclaje para llevar a cabo la descompresión
a la deriva y después sustituimos la mezcla de viaje, por
la mezcla descompresiva Eanx 80.
Tras 10 minutos, partimos hacia la última parada a -6m. donde
nos esperaban el resto de los buceadores de apoyo para supervisar
la correcta marcha de la larga descompresión (45 minutos),
durante la cual nos hidratamos con las bebidas previamente depositadas.
Este es el momento en el que sin poder evitar pensar en volver,
uno repasa mentalmente todo lo experimentado en la inmersión,
mientras contempla cómo pasan delante de sus ojos diferentes
especies plactónicas.
DATOS TECNICOS
- Gases empleados en la inmersión: Ean 36, trimix 12/50 y
Ean80 como gas Descompresivo.
- Material Técnico: OMS, APEKS y DRAGON-SUB
- Programa de planificación utilizado: GAP cotejado con Decoplanner.
- Duración total de la inmersión: 118 minutos.
EQUIPO HUMANO
- Los miembros integrantes fueron:
- Patrón de la embarcación: Sean
- Buceadores de apoyo: Leendert Paans y Sam Wenman
- Fotógrafo: Sam Wenman
- Buceadores de fondo: Luis Moreno, Mark Moss y John Cafferm
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