El
pasado día 24 de Junio un grupo formado por Miguel
Romans (ECG) (Barcelona) y Alfonso Antxia (GET) (Bilbao) como
buceadores de punta y Vicente García, Alberto Achica,
Rafael Dai (Valencia) y Jesús Almagro (Barcelona) como
equipo de apoyo continuaron la exploración del segundo
sifón de la Fuentona de Muriel, con el objeto de tomar
tiempos para una próxima inmersión con trimix.
La surgencia de la Fuentona de Muriel se encuentra al pie
del borde sur de las parameras que se extienden al occidente
de la Sierra de Cabrejas, en el término de Muriel de
la Fuente.
El caudal de agua brota en un ojo en forma de embudo de nueve
metros de profundidad y treinta de diámetro. El manantial
es permanente y sifonante y el agua surge sin carga hidrostática
a razón de 1 metro cúbico por segundo.
El ataque se llevó a cabo el sábado día
24, y tras bucear el primer sifón (200/-54) se porteó
el material hasta la boca del segundo sifón, que se
encontraba instalado desde el pasado diciembre hasta 135 metros
de desarrollo y -52 de profundidad. El segundo equipo, formado
por Miguel Romans, Jesús Almagro y Rafael Dasi, inspeccionaron
un sifón localizado en la parte alta de la cueva.
En la inmersión del segundo sifón, tras 5 horas
de intervalo en superficie, Alfonso Antxia y Vicente García
descendieron siguiendo el hilo guía hasta 135/-52,
apreciando en el recorrido la existencia de galerías
laterales pendientes de exploración.
Desde este punto Alfonso continuó instalando el cordel
por el techo hasta los 190 metros/-74. Aquí, la amplia
galería presenta un fondo plano y con depósitos
de sedimento, lo que hacía suponer que nos encontrábamos
ya en la cota más baja. Sin embargo, unos 20 metros
más adelante se apreciaba un nuevo pozo, con lo que
aún no parece cercano el fondo del sifón.
La temperatura del agua es de 11º, y la visibilidad excelente.
En
el sifón superior, Miguel Romans descendió por
un tubo de 3 x 1,5 metros con fondo de arcilla dura hasta
- 50 metros y -21 de profundidad, desde donde apreció
que la galería continuaba en descenso. En este punto
dio por terminada la inmersión. La visibilidad empeora
rápidamente a causa de los sedimentos que se caen de
la galería recorrida.
Dada la profundidad que presenta el segundo sifón en
el último punto explorado (-74 m) hace ya obligatoria
la utilización de Trimix para evitar tanto la hiperoxia
como la narcosis así como de Nitrox y oxígeno
puro para la descompresión, que se prevé de
una duración superior a una hora y media.
El tiempo medio de estancia en la cueva es de unas 12 horas,
entre traspasar el primer sifón, realizar la descompresión,
desequiparse, intervalo en superficie, portear hasta la parte
superior de la cueva, configurar equipos, equiparse, bucear
el segundo sifón con su correspondiente descompresión.
Los buceadores de apoyo esperarán al regreso de los
buceadores de punta a una profundidad acordada en el segundo
sifón para ayudarles en lo que necesiten así
como para suministrarles comida, bebida o cualquier elemento
del equipo que estos necesiten. Desde el momento que alcanzan
la superficie el equipo de punta deberá permanecer
inactivo durante al menos 3 horas.
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