ENTREVISTA
 
Angel M. Fitor /Naturalista y fotógrafo
“Cada disparo de mi cámara es un sitio nuevo”

Nacido en Alicante en 1973, no es capaz de recordar la edad a la que le abordó su pasión por la vida acuática. Naturalista por vocación, biólogo por obligación y fotógrafo de formación, ha conseguido unir sus talentos para vivir de ellos. Desde hace cinco años se dedica profesionalmente a la fotografía de la naturaleza, siendo la subacuática una de sus especialidades. Su web www.seaframes.com es un portfolio de sus principales lineas de trabajo. Sus conocimientos de historia natural junto a su fuerte sensibilidad tratan de conjugar arte y ciencia en una sóla instantánea. Su trabajo se ha publicado en más de 30 revistas entre las que se encuentran GEO y National Geographic. Sus fotos ilustran muchos libros españoles y ha participado en la elaboración de la serie televisiva “España sumergida”.

¿Condiciona ser biólogo a la hora de retratar a la naturaleza? ¿Hay una mirada especial que se refleja en tu arte?
Condiciona el ser naturalista. Personalmente lo único que le debo a la formación universitaria es un montón de teoremas, fórmulas y números. Un biólogo es un técnico; un naturalista es, además, un amante de la naturaleza. Todo mi conocimiento del medio natural es autodidacta y fruto de años de interés y estudio fuera de las aulas.

¿Qué pesa más en tus instantáneas el afán de mostrar objetivamente o la plasticidad y poética del momento?
La fotografía no puede ser objetiva por definición. Es inevitable y deseable impregnar las imágenes con algo de uno mismo, incluso cuando se trata de fotografía documental.


¿Deforma la manera de ver el mundo hacerlo a través del objetivo de una cámara?
Lo deforma en la medida en que el fotógrafo quiera. Los objetivos y las cámaras son meras herramientas de expresión.

¿Cómo lograste colaborar con GEO o con National Geographic?
Los lectores de este tipo de medios de comunicación buscan historias contadas con fotografías o bien fotografías que cuenten historias. La gran asignatura pendiente de muchos fotógrafos de técnica depurada es la de aprender a contar historias con sus imágenes. El concepto de reportaje como medio de comunicación visual es algo bastante más complejo que una simple colección de fotos correctamente expuestas.

¿En qué consistía tu trabajo cómo Director de Fotografía de “España Sumergida”?
En realidad mi trabajo en la serie fue muy variado ya que el equipo humano era muy escaso. Todos hacíamos de todo. Logística de buceo, grabación en acuarios, guiónes técnicos, preparación de escenas, etc. fueron algunas de mis labores.

¿Qué te ha resultado especialmente difícil de fotografiar?

Sobre todo los animales y ecosistemas de aguas profundas, al menos para el buceo con aire. Por debajo de los 50 m. trabajar con los actuales equipos fotográficos y con las limitaciones propias del buceo no es fácil. De nada sirve tener la paciencia de Job si la reserva de aire, el frio, la corriente o la narcosis se interponen entre el fotógrafo y el sujeto.

¿Dónde has gastado más carretes o memoria digital?
El soporte de la imagen, ya sea químico o digital, es lo más barato del equipo y por supuesto el combustible del trabajo fotográfico, por lo que suelo prestar poca atención a la cantidad. Si consigo la imagen que busco y para ello he gastado muchos metros o gigas, es porque estoy seguro de recuperar la inversión.

¿Cómo valoras el cambio de tecnología química a la digital?
Personalmente creo que es una necesidad más que nos ha impuesto esta sociedad de consumo desbocada que hemos creado. A pesar de que el medio digital tiene algunas ventajas en absoluto era necesario. Las únicas beneficiarias de esta revolución son las empresas proveedoras de material. En cualquier caso, el soporte no debe influir en el saber hacer del fotógrafo. Yo ya soy “digital”, pero siempre me llevaré al bosque lluvioso tropical o a bordo de un pesquero de altura mis FM2 completamente manuales...por si las gotas.

¿Cómo ha sido la experiencia en el Lago Tanganika? ¿Cómo son esos fondos aún vírgenes?

Los grandes lagos africanos del Valle del Rift, especialmente el Tanganyka y el Malawi, son verdaderos mares tierra adentro, con unas comunidades biológicas únicas y casi intactas. Si Darwin hubiera sido buceador hubiera formulado sus teorías allí. En Tanganyka puedes ver la evolución en directo con variedades de peces nuevas en cada pequeña bahía. El Africa subsahariana es un lugar difícil para trabajar con bajo presupuesto y en solitario pero la rentabilidad obtenida me compensa.

¿Qué es lo que hace que una biblioteca como la Oxford Scientific Films cuente con tus obras: la variedad, la calidad, la cantidad, la fama...?
La fama por supuesto que no, porque fiché con ellos cuando no me conocían ni en mi escalera (de hecho siguen sin conocerme). OSF es una agencia con larga trayectoria en imagen de naturaleza y ciencia, pero no hay agencias perfectas sino simbiosis provechosas entre agencia y fotógrafo. Lo difícil es encontrar las agencias con las que sintonices bien, aquellas que tengan los clientes para tus trabajos.

¿Tienes una predilección especial por alguna especie o algún lugar?
Más bien no tengo predilección por las especies bandera como tiburones, mantas y ballenas, ni por los lugares masificados de culto como el Mar Rojo o Maldivas. Suelo sacar partido de aquello que tengo más a mano porque puedo trabajar sin limitaciones. Utilizar infraestructuras concebidas para el turismo con fines profesionales nunca me dio resultado.

Bajo el agua parece muy difícil elegir la luz con la que fotografías ¿Cómo consigues superar esa dificultad?
La fotografía submarina no es la especialidad fotográfica más difícil que conozco. Las luces son bastante más estables que en tierra y al final todo se reduce a un puñado de protocolos de trabajo según la situación.

¿Trabajas sólo o con más personas? ¿Cómo te ayudan a realizar tu trabajo?
Trabajo solo casi siempre, aunque no por capricho sino por presupuesto. Sólo trabajo con alguien cuando su ayuda es indispensable, cualificada y puedo pagarla.

¿Cada vez hay menos que fotografiar? ¿Pierden diversidad los fondos?
Es cierto que algunos fondos están cada vez mas degradados, pero en absoluto pienso que mermen las posibilidades fotográficas. Lo que pienso es que la fotografía submarina está estrangulada por tópicos que impiden ver el mundo marino con libertad y creatividad. La naturaleza no limita la imaginación ni la sensibilidad.

Recientemente has participado como jurado en el IX Open Fotosub Isla de El Hierro ¿Cómo valoras los concursos fotográficos?
Ha sido mi primera aproximación a ese mundillo, y francamente acepté por la curiosidad que tenía ya que siempre lo vi desde fuera con escepticismo. Y efectivamente, mis sospechas se confirman. A pesar de que hay gente que participa por divertirse y aprender, son, bajo mi punto de vista, las pocas honrosas excepciones. La mayoría participan por avivar una folklórica hoguera de vanidades con la leña de la mediocridad y el afán de protagonismo. Nunca he visto competiciones de este tipo en escultura, pintura o poesía. Competir con el arte mata lo de grande que hay en él.

¿Algún lugar donde tu cámara no ha llegado y le gustaría llegar?

Cada disparo de mi cámara es un sitio nuevo. No soy ambicioso con el dónde, sino con el cómo.

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