ENTREVISTA
Manuel Martín Bueno / Vicepresidente de CMAS
"Me gustaría descubrir que la gente aprende a respetar lo que encuentra"

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Usted, es un hombre que ha compaginado su trabajo institucional con el ejercicio del deporte, ¿cuál de ellos le place más?
En mi caso la práctica del buceo ha sido primordialmente como herramienta de trabajo para el desarrollo de proyectos de Arqueología Subacuática, que constituye parte de mi actividad profesional como Catedrático de Arqueología y especialista en esta variante de la Arqueología.
El trabajo institucional es sin duda muy interesante y enriquecedor, además enseña mucho, pero sin duda es una etapa que pasará como tantas otras en la vida de cualquiera, y entonces volveremos al 100% a la actividad arqueológica y también a la meramente deportiva o, mejor dicho, lúdica, en la que el buceo es un auténtico relajante espiritual y físico muy recomendable para cualquiera. Sin duda son “amores diferentes” entre los que es difícil elegir, pero me quedo con el que acerca más a la naturaleza, sin duda menos complicada que los seres humanos y más sincera.

La arqueología submarina no es tan conocida como la de tierra, se piensa que sólo se trata de barcos hundidos, ¿es eso cierto?
El tópico de los barcos hundidos, sobre todo galeones con fortunas inmensas, es uno de tantos, en este caso sobre la Arqueología Subacuática. Ello queda bien en titulares periodísticos y en informaciones sensacionalistas, generalmente poco documentadas, pero la realidad es muy diferente. La Arqueología en tierra y la realizada bajo las aguas, comparten el mismo Método Arqueológico y difieren en algunas técnicas aplicadas al trabajo a realizar y sobre todo a la conservación y recuperación de los materiales que se extraen, muy sensibles y delicados.
Aparte de los barcos, la Arqueología Subacuática se aplica a todo tipo de yacimientos y estructuras que hayan quedado sumergidas bajo las aguas como: ciudades, poblados, instalaciones costeras, puertos, obras hidráulicas, puentes en su parte sumergida, cuevas, elementos aislados caídos o arrojados a las aguas, aeronaves, y un largo etcétera que sería prolijo enumerar, por lo que lo de los barcos hundidos es tan solo una parte importante, pero una parte, de la realidad que abarca esta especialidad de la investigación histórica.

¿Cuál es la riqueza arqueológica submarina del litoral español?
Nuestra riqueza en este tipo de patrimonio es muy alta y variada pero todavía poco estudiada y, lo que es más preocupante, sin inventariar todavía como paso previo para su protección efectiva.

¿Cómo podemos proteger el patrimonio de la depredación furtiva?
Proteger el patrimonio contra la depredación es tarea de todos y bastante simple por cierto. Aplicando grandes dosis de educación, civismo y sentido común. Es obvio que lo que permanece bajo las aguas es patrimonio cultural común, que no quiere decir del primero que llegue. El conocimiento, respeto y aplicación de la legislación vigente es un buen comienzo, pero sin duda en lo que respecta a los buceadores la formación y la información al respecto debe inculcarse desde los cursos más elementales de enseñanza del buceo. Un buceador responsable lo debe ser para todo, para su propia seguridad, para la de sus compañeros y para el medio natural o cultural que le va a rodear bajo las aguas. Un buceador seriamente formado nunca será un depredador en potencia y podrá colaborar con eficacia en la protección de este patrimonio, que no hay que olvidar que es escasamente renovable.

¿Hay algún punto en común entre la alta montaña y las profundidades?
Yo, que he compartido ambas, puedo decir que tal vez más de lo que imaginamos. Para mí en ambos lugares logro el contacto directo con la naturaleza de verdad, la genuina, sin intermediarios, y eso es un privilegio, cada vez más escaso, pero que aprovecharé mientras pueda. La sensación de soledad, la paz, la trasparencia del aire o de las aguas, el volar frenético de una bandada de pájaros o el agitarse de un cardumen de peces; el majestuoso planeo de un gran rapaz o de una estupenda manta tienen mucho en común, tan solo separadas por una fina e inestable línea que separa la superficie de los fondos marinos.

¿Cómo valora las relaciones entre los diversos sistemas de enseñanza FEDAS, PADI, ACUC, SSI... ?
Afortunadamente en lo que se refiere a las grandes organizaciones (CMAS) o las grandes empresas, fundamentalmente PADI y luego SSI y las demás, paulatinamente se impone la cordura y el sentido común, sobre todo entre las direcciones de ellas que son las que marcan la política institucional. Todos estamos abocados a entendernos dentro de los límites lógicos que marca la propia personalidad, estatutos, finalidad y filosofía. En el caso de CMAS, con todas las federaciones nacionales que la integran (FEDAS para España) y sus centros concertados de buceo (CDC), hay que tener también en cuenta las normativas nacionales de cada país que reconocen o no a determinados sistemas de enseñanza del buceo, como en el caso de España, o las peculiaridades propias emanadas de la legislación vigente en cada país.

Como Vicepresidente de CMAS, ¿cuál es el mayor reto al que debe enfrentarse el buceo mundial del próximo siglo?
El reto del buceo mundial para el futuro es conseguir un desarrollo y extensión del mismo de manera ordenada e inteligente, con respeto para el medio natural y cultural en el que nos movemos, para que no cometamos la estupidez de que por negligencia, avaricia o egoísmo lo dejemos perder. Hay que conseguir entre todos un buceador respetuoso consigo mismo y los demás y con el medio en que se desenvuelve cuando desciende bajo las aguas. Países como China, Vietnam, India, etc. se están incorporando al mundo de las actividades subacuáticas plenamente y ello supondrá una presión demográfica inmensa sobre los fondos marinos por la propia práctica de sus habitantes y por los nuevos destinos turísticos que se abrirán a los buceadores de todo el mundo. Hay que evitar que se produzcan saturaciones y daños como los que están sufriendo los fondos del Mar Rojo y otros lugares ya excesivamente explotados.

 

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