Usted,
es un hombre que ha compaginado su trabajo institucional con
el ejercicio del deporte, ¿cuál de ellos le
place más?
En mi caso la práctica del buceo ha sido primordialmente
como herramienta de trabajo para el desarrollo de proyectos
de Arqueología Subacuática, que constituye parte
de mi actividad profesional como Catedrático de Arqueología
y especialista en esta variante de la Arqueología.
El trabajo institucional es sin duda muy interesante y enriquecedor,
además enseña mucho, pero sin duda es una etapa
que pasará como tantas otras en la vida de cualquiera,
y entonces volveremos al 100% a la actividad arqueológica
y también a la meramente deportiva o, mejor dicho,
lúdica, en la que el buceo es un auténtico relajante
espiritual y físico muy recomendable para cualquiera.
Sin duda son amores diferentes entre los que es
difícil elegir, pero me quedo con el que acerca más
a la naturaleza, sin duda menos complicada que los seres humanos
y más sincera.
La arqueología submarina
no es tan conocida como la de tierra, se piensa que sólo
se trata de barcos hundidos, ¿es eso cierto?
El tópico de los barcos hundidos, sobre todo
galeones con fortunas inmensas, es uno de tantos, en este
caso sobre la Arqueología Subacuática. Ello
queda bien en titulares periodísticos y en informaciones
sensacionalistas, generalmente poco documentadas, pero la
realidad es muy diferente. La Arqueología en tierra
y la realizada bajo las aguas, comparten el mismo Método
Arqueológico y difieren en algunas técnicas
aplicadas al trabajo a realizar y sobre todo a la conservación
y recuperación de los materiales que se extraen, muy
sensibles y delicados.
Aparte de los barcos, la Arqueología Subacuática
se aplica a todo tipo de yacimientos y estructuras que hayan
quedado sumergidas bajo las aguas como: ciudades, poblados,
instalaciones costeras, puertos, obras hidráulicas,
puentes en su parte sumergida, cuevas, elementos aislados
caídos o arrojados a las aguas, aeronaves, y un largo
etcétera que sería prolijo enumerar, por lo
que lo de los barcos hundidos es tan solo una parte importante,
pero una parte, de la realidad que abarca esta especialidad
de la investigación histórica.
¿Cuál es la
riqueza arqueológica submarina del litoral español?
Nuestra riqueza en este tipo de patrimonio es muy alta
y variada pero todavía poco estudiada y, lo que es
más preocupante, sin inventariar todavía como
paso previo para su protección efectiva.
¿Cómo podemos
proteger el patrimonio de la depredación furtiva?
Proteger el patrimonio contra la depredación
es tarea de todos y bastante simple por cierto. Aplicando
grandes dosis de educación, civismo y sentido común.
Es obvio que lo que permanece bajo las aguas es patrimonio
cultural común, que no quiere decir del primero que
llegue. El conocimiento, respeto y aplicación de la
legislación vigente es un buen comienzo, pero sin duda
en lo que respecta a los buceadores la formación y
la información al respecto debe inculcarse desde los
cursos más elementales de enseñanza del buceo.
Un buceador responsable lo debe ser para todo, para su propia
seguridad, para la de sus compañeros y para el medio
natural o cultural que le va a rodear bajo las aguas. Un buceador
seriamente formado nunca será un depredador en potencia
y podrá colaborar con eficacia en la protección
de este patrimonio, que no hay que olvidar que es escasamente
renovable.
¿Hay algún punto
en común entre la alta montaña y las profundidades?
Yo, que he compartido ambas, puedo decir que tal vez
más de lo que imaginamos. Para mí en ambos lugares
logro el contacto directo con la naturaleza de verdad, la
genuina, sin intermediarios, y eso es un privilegio, cada
vez más escaso, pero que aprovecharé mientras
pueda. La sensación de soledad, la paz, la trasparencia
del aire o de las aguas, el volar frenético de una
bandada de pájaros o el agitarse de un cardumen de
peces; el majestuoso planeo de un gran rapaz o de una estupenda
manta tienen mucho en común, tan solo separadas por
una fina e inestable línea que separa la superficie
de los fondos marinos.
¿Cómo valora
las relaciones entre los diversos sistemas de enseñanza
FEDAS, PADI, ACUC, SSI... ?
Afortunadamente en lo que se refiere a las grandes
organizaciones (CMAS) o las grandes empresas, fundamentalmente
PADI y luego SSI y las demás, paulatinamente se impone
la cordura y el sentido común, sobre todo entre las
direcciones de ellas que son las que marcan la política
institucional. Todos estamos abocados a entendernos dentro
de los límites lógicos que marca la propia personalidad,
estatutos, finalidad y filosofía. En el caso de CMAS,
con todas las federaciones nacionales que la integran (FEDAS
para España) y sus centros concertados de buceo (CDC),
hay que tener también en cuenta las normativas nacionales
de cada país que reconocen o no a determinados sistemas
de enseñanza del buceo, como en el caso de España,
o las peculiaridades propias emanadas de la legislación
vigente en cada país.
Como Vicepresidente de CMAS,
¿cuál es el mayor reto al que debe enfrentarse
el buceo mundial del próximo siglo?
El reto del buceo mundial para el futuro es conseguir
un desarrollo y extensión del mismo de manera ordenada
e inteligente, con respeto para el medio natural y cultural
en el que nos movemos, para que no cometamos la estupidez
de que por negligencia, avaricia o egoísmo lo dejemos
perder. Hay que conseguir entre todos un buceador respetuoso
consigo mismo y los demás y con el medio en que se
desenvuelve cuando desciende bajo las aguas. Países
como China, Vietnam, India, etc. se están incorporando
al mundo de las actividades subacuáticas plenamente
y ello supondrá una presión demográfica
inmensa sobre los fondos marinos por la propia práctica
de sus habitantes y por los nuevos destinos turísticos
que se abrirán a los buceadores de todo el mundo. Hay
que evitar que se produzcan saturaciones y daños como
los que están sufriendo los fondos del Mar Rojo y otros
lugares ya excesivamente explotados.
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