ENTREVISTA
Sergio Hanquet / Fotógrafo naturalista
"La mejor foto está a la vuelta de la esquina; lo único que hace falta es desenmarcararla"

Nació en Bélgica pero reside en Canarias desde hace diecisete años. Se considera un fotógrafo naturalista y cree que no hay un fotógrafo mejor que otro: “sólo fotógrafos que sacan muchas fotografías hasta conseguir lo que buscan”. Su afición por el mar le viene desde muy joven. No considera al submarinismo como una simple herramienta para sacar fotos. Bucea porque le entusiasma y cree que la fotografía submarina no es un deporte sino un lenguaje, que se aprende junto a muchos amigos que comparten esta pasión. Ha recibido premios, ha participado en diversas publicaciones, ha expuesto en muchos locales y ha editado libros, el último de ellos “Mar Atlante” sobre los fondos de las Islas Canarias. Pero donde mejor se encuentra es bajo el mar, esperando captar un momento especial para llevarlo a la superficie.
La fotografía es un lenguaje, a veces poético, a veces prosaico: ¿te comprenden los que ven tus obras?
¡Espero que sí!, que me comprendan, ya que presumo que la fotografía es la mejor forma de expresarme. Además me tienen que comprender... porque tengo algo que decir, hay un mensaje en cada fotografía o, mejor dicho, en cada trabajo fotográfico que presento. Además soy partidario de reforzar este mensaje acompañando la fotografía de un pequeño texto.
En nuestro campo, la fotografía submarina, no es evidente: no hay dudas que el primer plano de la cabeza de un pez -por lo colorido que sea- no transmite las mismas sensaciones que el retrato de una persona....
También quiero hacer hincapié en que, tratándose de imágenes submarinas, el campo es muy amplio y no se puede aplicar el mismo criterio de trabajo o de selección para presentar fotos científicas, artísticas, deportivas, de actualidad o de reportaje.
¿Sueñas a menudo que estás bajo el mar sacando fotos y te da rabia despertar?
No tengo tiempo para soñar con estas cosas, además tengo la suerte de bucear casi todos los días...o las noches del año. Quizás un día, de viejo, empiece a soñar de lo que me faltó por hacer o por ver .

Un foto-sub rara vez sabe lo que se va a encontrar allí abajo: ¿cómo planificas tu trabajo, por ejemplo, si quieres fotografiar una especie en particular?
La diferencia consiste en ir a bucear o ir a sacar fotografías. Yo voy a sacar fotografías e intento ir con un factor de probabilidad alto. Si quiero sacar fotos de ballenas yubarta y me desplazo hasta la Republica Dominicana, por supuesto que llevaré un objetivo gran angular y en cada momento presentiré el instante de encuentro con algunos de estos maravillosos animales. Si voy -por ejemplo- a las Islas Maldivas, me informaré sobre la inmersión e intentaré acertar con la elección del objetivo según los posibles encuentros. De todos modos, también me gusta equivocarme en la elección del objetivo... es otra manera de realizar fotos diferentes.

¿Las posibilidades de sacar una foto genial dependen más de la paciencia y la constancia que del ingenio?
Depende de sacar muchas, pero muchas fotografías. Si es en el lugar adecuado, con las mejores condiciones climatológicas y un material de calidad ¡mejor!

¿Lo extraordinario es un recóndito lugar, una exótica especie aún sin fotografiar o un ojo que ha aprendido a mirar?
Muchas veces la mejor foto está... a la vuelta de la esquina; lo único que hace falta es “desenmascararla”. Con eso te digo todo.

Cuando tomas imágenes del fondo ¿sientes que esculpes con tus ojos o que estás eternizando un instante?
Sencillamente estoy reflejando -según lo que veo en el momento y mis emociones- lo que encuentro bajo la superficie. Nunca más se volverán a presentar las mismas condiciones, ya sean naturales o emocionales, para realizar la misma instantánea. Cada imagen es un documento, un instante único.

¿Qué te da el mar para que sea tu pasión; sólo ahí eres libre?
Hoy en día... ¿Quién puede presumir de ser libre?.
La mar hace que me sienta vulnerable. Me emocionan los momentos de partida, al soltar amarras y perder de vista la tierra, la familia y algunos amigos. Pero después de unos días, incluso una horas de navegación, uno pisa tierra firme y se siente orgulloso de lo vivido, de haber compartido momentos, a veces buenos, otra veces duros, pero siempre inolvidables.
Al sumergirme bajo la superficie del océano, tengo la misma sensación.

Los mares, y los fondos marinos aún más, son mundos inconquistados, pero no están libres de la presión del ser humano. ¿Has visto ese espectro a lo largo de los años?
¡Por supuesto que si!
El mar pertenece al planeta Tierra y tampoco va escapar a nuestros caprichos y de nuestros errores. En primera línea el litoral, el ecosistema más frágil y el más perjudicado. Y para profundizar mi respuesta utilizaré un bellísimo texto de Ángel Vallecillo, extraído de mi nuevo libro “MAR ATLANTE”

“Creemos al mar invulnerable a los excesos del hombre. El Presente es el ídolo al que adoramos. Nadie quiere reconocer que el mar actual no siempre fue así, ni que mañana tampoco será el mismo. Antaño era un hervidero de delfines y ballenas, de meros y langostas, de tiburones gigantes y cardúmenes de atún que volaban por millares... Hoy se alejan diezmados de nosotros y se refugian en lo más recóndito de lo que durante millones de años ha sido su hábitat.
Extraemos del mar como si lo creyéramos inagotable. Le devolvemos los despojos como si lo despreciáramos como a un enemigo. Queremos vivir cerca de su orilla porque nos resulta un hermoso decorado. Nos sumergimos y le arrancamos trofeos que cuelgan muertos en una absurda pared.
Su belleza, tan pura aún, es el reflejo del guardián de la vida; la razón primera de la Tierra. Su color debería ser el emblema de una revolución, pero somos hijos desagradecidos y prepotentes que se tapan los oídos ante el chirriar de la decadencia.
Creemos saber que alberga 20.000 millones de especies y el 90% del oxígeno del planeta. La científica Ellen J. Prager, escribe en su libro Los Océanos, que nuestros conocimientos actuales sobre el fondo del mar son el equivalente a que hubiéramos explorado la tierra rastrillándola desde un globo, recogiendo en una cesta restos de animales y plantas para catalogar su vida. No sabemos cómo se comporta el mar y nos regodeamos en la ignorancia.
Actuemos; si seguimos retándolo como si lo creyéramos nuestro, nos devolverá con creces lo que sembremos en él”

 

¿Tienes alguna especie amiga que no te cansarías de fotografiar y alguna manía persecutoria?
¡Pues sí! No es porque estén de moda (no me gustan las modas) pero soy un fiel perseguidor de las ballenas y de los delfines. Tengo un archivo bastante completo, sumando más de 15 especies fotografiadas en su medio natural. Destacando las imágenes de un zifio de Gervais (Mesoplodon europaeus) -Primer y único documento de esta especie (publicado en National Geographic vol.5, nº 3).

Has paseado tu cámara por muchos mares: ¿Tienes algún rincón sagrado?
Canarias, porque aquí vivo y es donde puedo realizar mis trabajos más importantes, como son la guía BUCEAR EN CANARIAS, y mi último libro MAR ATLANTE “Islas Canarias”.

En las horas que has pasado bajo el agua: ¿cuáles han sido las de mayor de tensión?
¿A que tensión te refieres? Si es cara al medio marino, pues algunos incidentes a lo largo de mis 20 años de buceo, destacando el ataque de un tiburón marrajo (Isurus oxyrinchus) en alta mar. Es una experiencia única que se vive con mucha intensidad y deja recuerdos para toda la vida. Si es otro tipo de tensión, pues cuando estoy acabando un trabajo, al querer siempre mejorar el material fotográfico recopilado, repito inmersiones tras inmersiones con un cierto nerviosismo.

¿...Y un momento de especial felicidad?
Ayer, anteayer, hace 10 años ,... y mañana será otro. Disfruto mucho de mis inmersiones. Si consigo hacer una foto buena, mejor.

¿Es la magia fotográfica una ciencia de difícil aprendizaje o una cuestión de querencia?
Apertura de diafragma, velocidad y nº guía del flash, una combinación sencilla y al alcance de todos. Pienso que hay cosas mucho más difíciles.
Pero como en todo arte hay que tener gusto, referencia, ánimo y sobre todo pasión.

Un consejo para el foto-sub aficionado
Imprescindible que sea buen buceador y que conozca bien la mar, -nada de “hoy hago el curso de buceo y mañana me compro una cámara”
Que sepa lo que quiere hacer con sus fotos, es decir, qué va a hacer con las mejores: enseñarlas a los amigos, publicarlas, exponerlas, etc. Y a partir de ahí se sentirá motivado para conseguir su meta y mejorar su nivel.
También, en vez de ser autodidacta, puede realizar algún curso de fotografía submarina, por ejemplo el que imparte Carlos Minguell en la red.


Esta selección de fotografía ha sido extraída del nuevo libro MAR ATLANTE “ Islas Canarias”.
Modelo submarino, Carolina Bermúdez.
Para más información sobre el autor:
www.sergiohanquet.com
info@sergiohanquet.com