ENTREVISTA

Chano Montelongo / Periodista, escritor y fotógrafo
"Cada vez que buceo me encuentro conmigo mismo”
Nació en Las Palmas en 1966. A los 17 años se marcha de su casa para irse a Guinea Bissau a trabajar con los madereros. Es redactor en El Mundo, donde ha ejercido como corresponsal de guerra (Ruanda, Guerra del Golfo...) y ha realizando periodismo de investigación (criminología, narcotráfico..) hasta que, en uno de esos trabajos, unos mafiosos le cortaron el cuello como escarmiento “por meterse donde no le llaman”. Durante años trabajó como guionista y presentador de Antena 3 TV. Su gran pasión es el mar y el buceo. Colabora realizando reportajes submarinos para la revista El Explorador y el periódico Buceo XXI. Sus últimos libros publicados son La Quinta de Selgas (2002), Ibiza y Formentera con los 5 sentidos. Sus fondos marinos (2003), Santuario Raggie (2003) y Aromas del Sinaí (2004). También ha colaborado con el fotógrafo Norman Stein en la publicación del libro GALICIAPRESTIGE (2003).
 

¿De dónde saca usted tiempo y energías suficientes para poder hacer todo lo que hace?
Tiempo existe cuando hay interés en lo que se quiere y en lo que se puede. Porque el ocio no es perder el tiempo sino el emplearlo, usarlo, apurarlo.


Habiendo nacido en Las Palmas iniciarse en el enamoramiento de la mar no habrá sido difícil. ¿Cómo fueron tus primeras experiencias?
Mis primeras experiencias fueron hace muchísimos años, cuando todavía era un adolescente y descubres por ti mismo que hay un “aparato” que conectado a una “bombona” te permite respirar debajo del agua. Luego, con los años, alguien te dice que hay una cosa que habla sobre la presión parcial de los cuerpos y que existen términos como “descompresión” e “irresponsabilidad” y entonces decides que es el momento de hacer un curso.

¿En Guinea Bissau había mucha madera? ¿Cómo se te ocurre marcharte de casa a los 17 años?
Ufff, ahora no me lo explico, o, mejor dicho, las explicaciones que yo daba antes ya no me convencen ni a mí. Pero supongo, que la sangre cuando te hierve dentro anula el raciocinio y uno actúa empujado por el corazón. De todas formas, no me arrepiento de haber pasado parte de mi juventud trabajando duramente en medio de una selva y aprendiendo muchas cosas que no las hubiera conocido nunca en un mundo como el nuestro.

Periodismo de guerra y de investigación...A parte de una cicatriz en el cuello y otras más profundas que no se ven, ¿qué sacaste en limpio de esa etapa?
Muchas cosas, pero no todas positivas. Entre otras, que cuanto más grande es el caos, más cerca está la solución y que la humanidad está pagando un precio muy alto por su evolución. La sociedad está prestando más atención a unas cosas concretas, a costa de dejar a un lado las que realmente son importantes. Ah! y otra cosa, que efectivamente las cicatrices que más te dejan marca son las que no se ven, las que quedan marcadas en el corazón.

¿Cómo empezaste a compaginar tu profesión con tu afición?
Pues hace algo más de tres años, cuando conseguí levantar el pie del acelerador de mi carrera de periodismo y me di cuenta que el secreto del éxito es hacer las cosas que para ti son realmente importantes, al margen de lo que piense tu entorno. Antes vivía centrado en informar, en contar a los demás la actualidad de la vida. Ahora, con mis libros y con mis reportajes, intento hacer algo más, que es mentalizar a la sociedad que debemos cuidar más nuestro planeta y nuestros mares. Que nuestra forma de vida está acabando con los maravillosos ecosistemas que nos ofrece nuestro maltratado mundo.

¿El periodista, el explorador y el escritor tienen el mismo punto de vista?
Hubo un tiempo en el que no, pero hoy sí. En la actualidad absolutamente todo lo que hago, ya sea artículos de prensa, libros de viajes de buceo, organizar expediciones a los lugares más remotos, etcétera, tienen un mismo objetivo y un único punto de vista: Poner mi granito de arena para intentar hacer algo por el medio ambiente y para ello uso mis únicas herramientas: la escritura y la fotografía.

¿Cuando estás ahí abajo puedes creer que ese mundo es el mismo mundo que vemos en las noticias diarias?
No. Estamos hablando de dos dimensiones diferentes. Yo encontré el mar huyendo de la vida cotidiana. Cada vez que buceo me encuentro conmigo mismo. Es como si mi verdadero yo viviera continuamente bajo el agua esperando los encuentros esporádicos con mi cuerpo, que tiene una existencia más mundana.

¿Hasta qué punto los periodistas deformamos la realidad con nuestra parcialidad?
El periodismo objetivo no existe y quien diga lo contrario o miente o no sabe que es esto. Los periodistas siempre nos debemos a algo o a alguien, a una idea, a un interés social, económico o humanitario. Todos vemos la realidad desde un prisma concreto y esa realidad no será la misma para todo el mundo. Querer hacer un periodismo imparcial es muy difícil. Sin ir más lejos, hace apenas unas semanas, la responsable de una agencia de viajes muy conocida de este país, tras leerse mi libro sobre el buceo en Sudáfrica (Santuario Raggie), en el que se habla de las condiciones tan duras de buceo que ofrece este lugar, me amenazaba con que el Gobierno Sudafricano podía prohibir la publicación del libro porque iba en contra del turismo, ya que el contar las cosas así podía echar para atrás a muchos buceadores. Si yo tuviera patrocinadores relacionados con el turismo para editar mis libros, a lo mejor me vería obligado a suavizar mi visión del buceo en este país, que dicho sea de paso es apasionante. Pero, por suerte, mi editora, Deep Blue Vídeo, está de acuerdo en que hay que contar las cosas tal cual las vemos nosotros.


Háblanos de Canarias, de sus fondos, de sus amenazas...haznos un pronóstico
Es un lugar privilegiado para el buceo. Sus fondos albergan una increíble diversidad de fauna: más de 300 especies de peces, cinco de ellas autóctonas, más de 3.000 especies de invertebrados y alrededor de 600 algas diferentes. Sin embargo, entre todos debemos conocer que este paraíso, al igual que muchos, peligra a causa del hombre. La sobreexplotación de los recursos pesqueros está provocando desequilibrios en el ecosistema y favorece la expansión del erizo Diadema antillarum, lo peor de los fondos marinos, que está acabando con su cobertura vegetal y animal. Además, también está la amenaza de la producción excesiva de aguas residuales. Debemos poner fin a esto, ya que el futuro económico de las islas depende de la conservación de su medio ambiente.

¿Lo de escribir libros de viajes lo haces para tener un pretexto más para viajar?
¿Se me nota mucho? En realidad es sólo una excusa para viajar y para estar más cerca de aquellas cosas que realmente me interesan. Un día me vi con un montón de material fotográfico y con experiencias de buceo y decidí compartirlas con el que las quisiera ver y oír. Por eso, surgió la idea de escribir estos peculiares libros de viajes.

¿Qué pretende comunicar un divingbook?
Lo primero, no queremos dejar ningún cabo suelto, o por lo menos lo pretendemos. Junto a mi socio Jorge Keller, el responsable de ese DVD que acompaña a los libros, intentamos dar las imágenes más representativas de esos fondos marinos, además damos mucha información sobre la fauna y las peculiaridades del buceo en ese lugar que no en todos los sitios se bucea igual- y, además, lo adornamos todo con experiencias y anécdotas muy personales que nos han pasado durante nuestros viajes. Así, podemos decir que además de informar y hacer disfrutar con la lectura, los divingbooks son un alegato a la protección y conservación de nuestros maltratados océanos.

¿El videosub y tú, tenéis un guión o vais por libre y luego juntáis las piezas?
En principio, existe un guión y hacemos propósito de enmienda de seguirlo a rajatabla, pero como buenos latinos, al final, terminamos improvisando debajo del agua. Cuando juntamos el material, yo veo en vídeo lo que me he perdido y Jorge Keller hace lo mismo con las fotos. Por eso, estamos convencidos que el libro y el DVD se complementan y si falta uno de estos dos elementos, la obra está incompleta.

¿Sabiendo que eres periodista te tratan mejor en los destinos por aquello de que les pongas bien?
Lamentablemente..., si. El trato no es el mismo y yo tengo suerte porque habitualmente sólo me encuentro buenas caras y toda la predisposición del mundo, pero sé de buena fe que el trato en los centros de buceo no siempre es el mismo. Es triste, pero es así, en esta vida pocos son los que se mueven sin intereses.

¿Qué momento del día eliges para escribir? ¿Escribes durante el viaje o al regresar?
Mejor a primera hora de la mañana. Entre las 8.30 y las 12 de la mañana, cuando todavía no ha llegado nadie a la redacción de mi periódico. En los viajes, lo único que hago es coger notas y documentarme.

Una inmersión inolvidable...
Las Palmas. 24-ago-1997. 28 grados, 9 minutos latitud norte. 15 grados, 23 minutos longitud Oeste. El cielo se abrió y el mar se paró respetuoso para recibir las cenizas de mi hijo. Sin embargo, para mi sigue siendo un día gris.... Las burbujas de mis compañeros surgían del azul unos metros más abajo, mientras me descolgaba pensativo por el cabo del ancla. Me esperaban a 27 metros junto a una de las bodegas del Kalais para comenzar la ceremonia. Desenfundé mi cuchillo y hundí su cortante hoja en la bolsa de las cenizas...., la esencia de Javier se vertió polvorosa sobre cubierta. Durante nuestra visita, cientos de plateadas fulas bailaron caprichosas sobre aquél viejo carguero hundido. Ninguno de nosotros recordaba unas condiciones tan óptimas para el buceo por aquellas profundidades. El mar, un plato, las corrientes submarinas desaparecieron en señal de duelo y la vida animal surgió repentina del azul. Dicen que el alma de mi hijo está ya en el cielo, yo no lo creo, desde hoy, al igual que sus restos, su espíritu está en el mar. El Kalais tiene ya un nuevo grumete a bordo...

 
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