TEXTO & FOTOS: Fundación CRAM

FUNDACIONES
Fundación CRAM: 10 años de amor al mar
A principios de los años 90, una epidemia vírica provocó la muerte de centenares de delfines listados. Los animales aparecían varados en las playas, muertos o gravemente enfermos. Uno de estos delfines varó en las playas de Premià de Mar, cerca de Barcelona y fue atendido por Ferran Alegre, veterinario y técnico de Medio Ambiente de dicho ayuntamiento. Aquella epidemia puso de manifiesto muchas deficiencias, entre ellas, la falta de conocimientos y de infraestructura para asistir animales enfermos, especialmente de ejemplares de especies en peligro de extinción.


La experiencia marcó la vida de Ferran Alegre hasta tal punto que se ofreció como voluntario a los responsables de la Generalidad de Cataluña para dar ayuda y respuesta veterinaria a aquellos animales marinos, protegidos, que aparecieran vivos en nuestras playas. Después de dos años de efectuar diversos rescates y asistencias a lo largo de la costa catalana, detectó la necesidad de disponer de un lugar físico donde poder atender a los animales con un mínimo de condiciones. Llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Premià de Mar por el cual este le cedía una casa de propiedad municipal en estado ruinoso, pero situada en un terreno al lado del mar. Una vez acondicionadas las instalaciones se presentó a la administración pública autónoma el proyecto del Centro de Recuperación de Animales Marinos, que fue inaugurado oficialmente el año 1994, hace diez años, y que se convirtió en uno de los primeros Centros con estas características del Mediterráneo.

Voluntarismo
Ferran Alegre disponía de un equipo de voluntarios y un presupuesto inicial de sólo 12.000 euros para dar asistencia inmediata, las 24 horas del día, los 365 días del año, a cualquier ejemplar de una especie protegida que fuese pescado accidental o varado en cualquier punto del litoral catalán. A partir de aquí empiezan unos años de lucha, de voluntariedad, de innovaciones y de éxitos en la recuperación de animales marinos, especialmente tortugas y delfines. Se inician campañas como la “Ajudem-la” (“Ayudémosla”), basada en el trabajo conjunto con los pescadores de palangre. Esta campaña, que se repite cada año desde entonces, obtuvo un gran éxito y fue adoptada como modelo de gestión en la conservación de tortugas marinas en otros lugares del mundo. Las técnicas quirúrgicas y los nuevos planteamientos de asistencia y clínica en varamientos se han ido presentando en foros científicos y se convirtieron, también, en referentes internacionales. Se inició la colaboración con la Facultad de Veterinaria y muchas otras entidades hecho que ha permitido, entre muchas otras cosas, hacer la necropsia y analizar todos los delfines que aparecen muertos en las playas y descubrir, así, nuevas enfermedades que ayuden a ampliar los conocimientos de estas especies.

Fundación
Ferran Alegre y siete compañeros más promovieron, en 1996, la Fundación CRAM, una entidad que permitiría tener el marco jurídico y económico adecuado para crecer y destinar recursos a nuevos programas. Los objetivos de la Fundación CRAM para la conservación y la recuperación de animales marinos son:
- Recuperar y reintroducir los animales de las especies marinas protegidas víctimas de varamiento, de captura o pesca accidental.
- Desarrollar y fomentar proyectos de investigación sobre estas especies.
- Sensibilizar y educar sobre el medio marino mediante las actividades del Centro.
La finalidad y el trabajo de la Fundación CRAM la han hecho merecedora de diversos premios, entre los cuales hay el Premio Henry Ford, European Conservation Awards (1996), el Premio Joven y Brillante (1996), el Premio Italia Oasi Blu - WWF (1998) y el Premio Medio Ambiente en la trayectoria de la Fundación, otorgado por el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalidad de Cataluña (2002).

Más de 100 tortugas
Cada año en el Centro de Recuperación de Animales Marinos de la Fundación CRAM se recuperan más de 100 tortugas marinas y se atiende a un número preocupante de delfines. Por desgracia el tamaño y el peso de la mayoría de ballenas que llegan varadas a las costas dificultan su manejo y su recuperación.
La Fundación CRAM desarrolla diferentes programas destinados a la conservación de los mares y océanos en un sentido amplio y con la misión de colaborar con todos los agentes implicados: pescadores, navegantes, ayuntamientos costeros, administraciones y población en general. Sin duda una de las tareas más importantes de la Fundación CRAM es la sensibilización, especialmente entre los jóvenes y escolares. Anualmente más de 7.000 alumnos y más de 2.000 familias pasan por sus instalaciones con el fin de aprender cuáles son las especies marinas amenazadas o en peligro de extinción, cómo viven, sus problemas de conservación y cómo podemos ayudarles. Visitando el Centro de Recuperación se pueden contemplar algunos ejemplares de tortuga marina en diferentes estados de recuperación.

Fundación CRAM Premià de Mar
(Barcelona)
web: www.cram.es

 

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