MEDICINA
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Cortocircuitos en el corazón
 

El 90% de las paradas cardiorrespiratorias se producen fuera del hospital, se calcula que el 80% de estos casos ocurren en el domicilio de las víctimas. Con estos datos es improbable que un submarinista presencie una situación de este tipo durante una jornada de buceo, sin embargo puede ocurrir. Se sabe que la ausencia o retraso de asistencia adecuada en los primeros minutos de estos episodios reduce la probabilidad de supervivencia. Como todo ciudadano, el buceador debería tener los conocimientos necesarios para identificar y atender las situaciones de emergencia en las que está comprometida la respiración de una persona, el latido de su corazón, o ambas situaciones. En los cursos de Primeros Auxilios se aprende cómo actuar en caso de presenciar una parada cardiorrespiratoria. La Cadena de Supervivencia es una secuencia de cuatro eslabones, todos ellos imprescindibles para la restauración de la vida tras un paro cardiaco.El primer eslabón de la cadena es la Alerta Inmediata, avisando a los servicios de emergencia sanitaria, el segundo es la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) a base de compresiones en el pecho de la víctima, el tercero es la Desfibrilación mediante una descarga eléctrica que restituye el latido cardiaco y el cuarto es el Cuidado Intensivo practicado por personal sanitario.

Este artículo trata sobre el Desfibrilador Externo, el tercer eslabón de la Cadena de Supervivencia.
El Desfibrilador Externo Automático (DEA) es un aparato electrónico portátil capaz de diagnosticar la parada cardiorrespiratoria y de emitir una descarga eléctrica para restablecer el ritmo cardíaco efectivo.

La mayoría de las paradas cardiacas se producen por fibrilación ventricular, una gravísima arritmia caracterizada por contracciones rápidas y descoordinadas de los ventrículos. Estas contracciones son completamente ineficaces desde el punto de vista de la circulación de la sangre. Para hacer salir al corazón de este caos eléctrico e ineficacia mecánica es necesario aplicar una descarga de corriente continua que despolarice el músculo cardiaco de modo que el corazón pueda retomar su ritmo eléctrico normal o al menos uno eficaz para la circulación de la sangre. Ésta es la función del desfibrilador externo.

Existen varios tipos de desfibriladores externos:
El DEA completamente automático, pensado para ser utilizado por personal no sanitario. El aparato, mediante instrucciones grabadas, guía al socorrista para colocar los electrodos en el pecho del paciente y, tras determinar el tipo de ritmo cardiaco, aconseja a los asistentes separarse para emitir la descarga eléctrica, o bien, aconseja realizar compresiones torácicas.

El DEA semi-automático debe ser utilizado por personal para-médico o socorristas entrenados en su uso ya que es el rescatista el que debe activar la descarga eléctrica. Permite un mayor control por parte del operador y por ello se considera el modelo más seguro.

Por último, existen los desfibriladores-cardioversores convencionales o manuales, utilizados solamente por personal médico. Estos equipos ofrecen un electrocardiograma en tiempo real y es el profesional médico el que decide el tipo de descarga y el momento para realizarla de forma sincronizada con el ciclo eléctrico cardiaco. Estos desfibriladores manuales están desapareciendo de hospitales y centros sanitarios, considerando más efectivos y avanzados los modelos semi-automáticos.

Desgraciadamente no siempre la aplicación de descargas eléctricas puede revertir una parada cardiaca. Cuando esta parada está asociada a una asistolia (ausencia total de contracciones cardiacas) o a una disociación electromecánica (desconexión entre la actividad eléctrica y la contracción muscular) el uso del desfibrilador es inútil. Sin embargo, el desarrollo tecnológico de los equipos desfibriladores portátiles ha permitido aumentar su eficacia enormemente en paradas por fibrilación y por taquicardia sin pulso, ya que pueden estar disponibles en el momento y en el sitio adecuado y ayudar a salvar muchas vidas restituyendo el latido cardiaco.

 


 
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