MEDICINA
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El frío y la presión aflojan la vejiga
La diuresis de inmersión constituye una de las principales causas de deshidratación durante la inmersión.
 

Los efectos del frío y del aumento de la presión ambiental en el buceador característicos de una inmersión, producen un incremento en la producción de orina, una de las principales causas de pérdida de agua y calor corporal. Cómo actúan la presión y el frío y qué connotaciones fisiológicas representan durante la inmersión, son las preguntas que tratamos de responder a lo largo de este artículo.
En condiciones normales, durante una inmersión, la temperatura del agua se encuentra a menor temperatura que la del cuerpo humano. Esta diferencia de temperatura genera la reducción del diámetro de los vasos sanguíneos mediante un mecanismo reflejo. Además, cortocircuitos capilares controlados, producen la desviación de la sangre, de las extremidades, a las regiones donde se localizan los órganos vitales, incrementándose el volumen de sangre en la región torácica. El otro factor clave en este proceso, la presión ambiente, aumenta durante una inmersión, más cuanto mayor es la profundidad a la que nos encontramos. Este incremento de presión se extiende también al cuerpo humano, de tal forma que la sangre de las extremidades es empujada hacia la región central, fundamentalmente el retorno venoso, consecuencias que se suman a las generadas por el frío, ya que aumenta el volumen de sangre en el núcleo corporal a expensas de una gran parte del líquido circulatorio de brazos y piernas.
Una de las consecuencias del aumento de volumen de sangre intratorácico es la estimulación de ciertos receptores mecánicos de la aurícula izquierda del músculo cardíaco, pieza clave en el mantenimiento del equilibrio durante estas situaciones, estimulación que genera a su vez, la inhibición de la hormona antidiurética o ADH. El último eslabón de esta cadena biológica es la diuresis de inmersión, es decir, la producción de orina cinco o seis veces superior a los niveles en condiciones normales y, además, con un contenido en sales mínimo. La diuresis de inmersión se constituye como una de las principales causas de deshidratación durante la práctica del submarinismo, deshidratación que, a su vez, complica la difusión de nitrógeno en sangre. El aumento de la producción de orina propia de toda inmersión y la deshidratación que lleva consigo, dependen fundamentalmente del tiempo de inmersión. En agua fría, además, la pérdida de calor por la orina representa una de las causas mayoritarias en la pérdida de calor total durante la inmersión.
Los trastornos fisiológicos de la deshidratación y su relación con la enfermedad de descompresión son razones suficientes para no olvidar llevar líquido al lugar desde el que nos vamos a sumergir y beber, a ser posible agua, antes y después de cada inmersión. Debido a la pérdida de calor que acompaña a la diuresis de inmersión, es aconsejable tratar de orinar lo menos posible durante la excursión submarina y no se debe olvidar que, antes de que el frío se convierta en un posible riesgo de hipotermia, es necesario abandonar la inmersión. Si a menudo pasas frío durante tus inmersiones, es conveniente que consigas un traje de mayor grosor, semiseco o seco, se incrementa el coste en estos materiales pero el frío deja de ser un impedimento para la práctica de este maravilloso deporte.

 
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