MEDICINA
TEXTO Y FOTOS:
Echando de menos la firmeza del suelo  
No sólo marea una mala mar, factores individuales como la falta de práctica, el estrés o el agotamiento pueden hacernos palidecer, desorientarnos y sentir náuseas.
 

Ante todo aclarar que el mareo no es una alteración que padezcamos exclusivamente los buceadores en nuestra travesía en barco al punto de buceo, sino que la puede ocasionar cualquier situación en la que se produzca un movimiento prolongado y mantenido. Esta alteración recibe el nombre de CINETOSIS, del griego kinetos, que significa móvil.
Los síntomas del mal de mar incluyen, además de las típicas náuseas con o sin vómito, palidez de la piel, sudoración intensa, disminución de la secreción salival, hipotensión, dilatación de las pupilas y desorientación espacial.
El mareo se desencadena por un erróneo procesamiento de la información que nos llega del exterior por parte de nuestro sistema nervioso
La aparición del mareo depende, por un lado, de los factores individuales, dependientes exclusivamente del buceador, donde se incluyen la falta de práctica marinera, la inexperiencia subacuática causante de estrés y angustia, una situación física inadecuada, bien sea por agotamiento o bien por la ingestión de sustancias como el alcohol o por una desafortunada predisposición natural.
Por otro lado, los factores externos responsables del movimiento como el propio balanceo del barco y el estado de la mar, que producen en los canales semicirculares localizados en el oído interno una mayor estimulación de la endolinfa, líquido cuya función es la transmisión de los impulsos producidos por las vibraciones sonoras.
Como todo en la vida siempre resulta mejor prevenir que curar, así que daremos una recomendaciones a los buceadores para evitar el mareo:
* El mayor balanceo se produce en la proa y en las bandas del barco, por lo que deberíamos situarnos cuánto más hacia popa y cerca de la línea de crujía, mejor.
* Escoger siempre lugares bien ventilados.
* Por otro lado, cuánto mayor velocidad, menor movimiento. Así, que si tenemos que decidirnos entre un barco rápido, como puede ser una semirígida, o un barquito de pescadores transformado para el buceo, no lo dudemos, optemos siempre por el más rápido.
* Evitemos navegar con el estómago completamente vacío, pero ¡cuidado con lo que ingerimos!, siempre alimentos ligeros y fáciles de digerir.
* No debemos mantener la vista concentrada en puntos cercanos, ni realizar tareas que requieran una gran concentración. Es recomendable mantener la vista fija en el horizonte.
* Utilización de muñequeras que ejercen una presión localizada en un punto de acupresión llamado Nei-Kuan en ambas muñecas.
* Si a pesar de las recomendaciones anteriores el mareo persiste en aparecer en cada travesía, podemos optar por ciertas medicaciones preventivas, como son la biodramina con cafeína (para evitar la somnolencia que produce este medicamento habitualmente), Vorígeno o vitamina B (300 mg. al día),


En el caso de que el mareo ya haya aparecido, hay que:
* Mantenerse tumbado en un lugar bien ventilado
* Ingerir muchos líquidos para reponer todas las sales, y evitar la deshidratación producida por los vómitos.
* Si nos vemos obligados a permanecer en el barco hasta que el resto de los compañeros de inmersión emerjan, y el tiempo es bueno, es recomendable esperar en el agua o inclusive si hay tierra firme cerca, acercarnos y esperar allí.

Si el buceador y los barcos no son buenos compañeros, finalmente lo más aconsejable es que cuánto más se acorte el tiempo en las embarcaciones, menores riesgos de mareo, así que a organizarse y en cuanto el barco pare motores, ¡al agua inmediatamente y a disfrutar de la inmersión!.



 


 
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