Todas
las células vivas de nuestro cuerpo requieren captar
oxígeno y eliminar dióxido de carbono para sobrevivir,
para ello respiramos aire, que contiene 21% de oxígeno.
Éste, por tanto, es indispensable para asegurar la
vida, pero tanto el exceso como el defecto del mismo pueden
resultar fatales. El problema del oxígeno para los
buceadores radica en que a presiones elevadas tiene efectos
tóxicos sobre el organismo. Estos efectos nocivos pueden
surgir tanto en situaciones en las que el oxígeno sea
el único gas respiratorio o bien forme parte de mezclas
respiratorias, como por ejemplo, el aire o el nitrox.
La necesidad de oxígeno de cada organismo es muy variable.
Se modifica en función de las condiciones metabólicas,
del estado de trabajo o reposo, de eventuales condiciones
patológicas (fiebre) o fisiológicas (digestión).
Además, los diferentes tejidos dentro del mismo organismo
no consumen oxígeno por igual.
Para que todas las funciones del cuerpo se realicen normalmente
es necesario que la presión parcial de este gas se
encuentre entre 0.20 y 0.21 atmósferas. Esta situación
es conocida como normoxia. Resulta imprescindible comprender
que la acción de un gas determinado depende de su presión
parcial, es decir, de la presión que ejerce cada gas
por sí sólo en la totalidad de la mezcla, o
lo que es lo mismo, del producto de su concentración
por la presión absoluta de nuestro entorno, que se
expresa normalmente como una fracción decimal. Así,
en el medio terrestre es fácil calcularlo: la presión
atmosférica ejercida sobre nosotros es de 1atm, por
lo que se deduce, que la presión parcial del oxígeno
es 0.21 atm (1atm x 0.21 = 0.21atm). Buceando la presión
parcial de un gas aumenta cuando aumenta la profundidad de
la inmersión, debido a que en el medio marino la presión
absoluta va aumentando cada 10 m 1 atmósfera. Esto
explicaría básicamente como una mezcla respiratoria
es tolerada sin problemas en superficie y puede ser tóxica
a partir de una cierta profundidad.
El oxígeno es capaz de mantener la vida a presiones
parciales entre 0.16 atm y 0.5 atm. Por debajo del límite
inferior se producen síntomas de hipoxia, con 0.10
atm la persona pierde la consciencia y con menos, el organismo
entra en coma o muere.
Con respecto a los límites superiores, no se debe usar
nunca oxígeno a presiones parciales superiores a 1.6
atm, aunque el límite operativo recomendado y permitido
en España es de 1.4 atm. Si buceamos con aire comprimido,
y para comprender mejor los límites, estamos hablando
de 66 m y 56 m respectivamente. Si en vez de respirar con
aire comprimido que posee un 21% de oxígeno, respiramos
oxígeno puro, por tanto el 100%, hablamos de tan sólo
6 metros de profundidad (1.6 atm x 1 = 1,6 atm).
Los
fenómenos de hiperoxia, están sujetos a variaciones.
Algunos factores que afectan a la toxicidad pueden ser:
-La susceptibilidad de cada individuo, muy variable de un
día a otro.
-La temperaturas extremas, tanto el frío como el calor.
-El esfuerzo físico realizado por el buceador.
-La deshidratación (pérdida de líquido
corporal).
-La profundidad (sobrepasar los límites).
El oxígeno provoca 2 cuadros clínicos bien definidos.
1. Toxicidad pulmonar (Efecto
Paul Bert). Afecta principalmente a buceadores. Se
trata de un cuadro tóxico que aparece tras exposiciones
relativamente breves y de aparición muy rápida.
Se puede hablar de tres fases: una primera fase denominada
Tónica, que dura apenas un minuto, y que se caracteriza
por las contracciones generalizadas, principalmente en hiperextensión.
La siguiente fase se denomina Clónica y puede durar
entre 2 y 3 minutos. Los síntomas generales son espasmos
y convulsiones, mordedura de la lengua y emisión de
orina. La última fase, fase Depresiva es la más
larga, dura aproximadamente 10 minutos, y en ella el cuerpo
se relaja, se recupera la consciencia en el caso que se hubiera
perdido en la primera fase, y el buceador permanecerá
adormilado durante varias horas, sin recordar, al despertarse,
que ocurrió durante la crisis. Es importante conocer
que ante un buceador con una crisis de este tipo bajo el agua,
no se debe sacar al buceador hasta la fase 3, puesto que las
convulsiones ponen en peligro al mismo por el riesgo de sufrir
traumatismos o sobrepresión pulmonar.
2. Toxicidad del Sistema Nervioso
(Efecto Lorrain Smith). Es un efecto de aparición
muy lenta que depende del valor de la presión parcial
del oxígeno y se establece tras varias horas de exposición.
Se manifiesta clínicamente como una neumonía
(disnea, expectoración, tos, disminución de
la capacidad vital pulmonar, etc). A presión atmosférica
y respirando oxígeno puro, aparece a las 24 horas.
En los buceadores se necesitan al menos 10 horas a 6 metros
para que aparezcan los síntomas. Por este motivo, no
tiene una gran relevancia en el buceo.
Para evitar la intoxicación por oxígeno es
fundamental respetar los límites de profundidad para
cada una de las mezclas respiradoras. El único tratamiento
para ambos casos consiste en reducir la presión parcial
de oxígeno, hasta la desaparición de los síntomas.
|