MEDICINA
TEXTO Y FOTOS:
Como reparar un pinchazo
Púas y espinas pueden atravesar un traje de neopreno o unas aletas por lo que debemos estar atentos antes de apoyarnos en rocas y fondos
 

Las lacerantes espinas que defienden a erizos y ciertos peces pueden ocasionarnos más de un disgusto, pero al tratarse de armas pasivas es fácil evitar estos incidentes simplemente prestando atención cuando nos apoyamos en el suelo o nos agarramos a la roca. No debemos dejarnos llevar por la sensación de seguridad que nos pueden ofrecer los guantes y rodilleras. O como en el confiado buceador que yace en la camilla de la foto, creer que las aletas son suficiente protección para acceder al agua en una zona del litoral cuajada de erizos. Si hubiera prestado atención a donde pisa, no estaría ahora en ese trance.

Las púas de los erizos son frágiles y astillables por lo que se parten con mucha facilidad y se quedan en el interior de nuestro cuerpo. A partir de este punto, nuestro propio organismo puede reaccionar de las siguientes formas:
• Reabsorción del “cuerpo extraño” después de producirse un encapsulamiento de las mismas.
• Enquistamiento definitivo de las púas.
• Infección.

Antes de esperar a la reacción de nuestro organismo hay que intentar por todos los medios extraer las púas, sobretodo si se encuentran en articulaciones, zonas de apoyo o en áreas muy inervadas.
Tras desinfectar la zona, se debe agrandar la abertura producida por la púa para poder extraerla. Una de las mejores formas es con un alfiler o aguja desinfectada previamente. Es preferible con la piel húmeda, puesto que la piel seca se contrae y resulta más difícil arrancarla. Otros métodos también utilizados requieren de una pipeta o cinta adhesiva con los que se intentará la extirpación.
Si la púa no sale en su totalidad, cosa que suele ocurrir, podemos recurrir a frotarnos suavemente con limón, puesto que deshace y ablanda las púas. Otro remedio que aporta unos buenos resultados es aplicarse una cataplasma de papaya durante unas horas.En el caso de los peces, los efectos de las picaduras son dobles. Por una lado está la acción mecánica de la espina, y por otro lado la acción química del veneno. En el Mediterráneo debemos tener precaución con dos familias: los traquínidos o peces araña y los escorpénidos o escórporas, rascacios y cabrachos.

Sus representantes tienen los radios de las aletas y las espinas de los opérculos transformados en aguijones venenosos.
El accidentado padece intenso dolor en la herida, pero también puede presentar nauseas y fuertes cefaleas. Estos efectos del veneno, suelen desaparecer a las 3 o 4 horas de la picadura. Entre las 24 y 48 horas la lesión suele adquirir tonos violáceos o negros que indican la necrosis de los tejidos cercanos a la picadura.

¿Qué hacer ante este tipo de picaduras?. Lo primero, antes del tratamiento y para reducir la circulación sanguínea de la zona puede aplicarse frío durante unos segundos. El torniquete está totalmente desaconsejado.

El tratamiento es similar en todas las picaduras de los peces:
1. Limpiar la herida con abundante suero salino, o en su defecto, con agua de mar.
2. Aplicar agua tan caliente como se pueda soportar, puesto que las toxinas inoculadas al ser proteínas son termolábiles. El tiempo puede oscilar entre los 30 a 90 minutos o mientras persista el dolor.
3. En general no se aconseja la incisión de la picadura por la posibilidad de infección, pero sí conviene dejarlas sangrar. No suturar.
4. Es preciso el uso de analgésicos para mitigar el dolor. Si es muy intenso se puede inyectar anestesia localmente, o incluso, realizar una anestesia general.
5. El uso de corticoides y antihistamínicos no parece tener un gran efecto, pero sí ciertos relajantes musculares que alivian los espasmos asociados.
6. Para evitar o disminuir el edema, el miembro debe dejarse en reposo y algo elevado.

Afortunadamente las picaduras de los peces venenosos del Mediterráneo no suelen revestir la gravedad de sus parientes tropicales. No obstante, en 1975 están documentados en nuestras costas levantinas dos casos mortales causados por picadura de peces araña.

 
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