MEDICINA
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Sobreexpansión pulmonar

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Un grave accidente fácil de evitar


¿Cuántas veces hemos oído los buceadores en los cursos y en numerosas situaciones que una de las reglas más importantes del buceo es “nunca aguantar la respiración” cuando buceamos con botella?. Tal recomendación se encuentra íntimamente relacionada con está grave afección que consiste en la ruptura del tejido alveolar de los pulmones por una excesiva expansión del aire que se encuentra dentro de los mismos. Así, todas aquellas personas que padezcan procesos catarrales bronquiales, asma o problemas relacionados con el aparato respiratorio más o menos graves, deben abstenerse de bucear temporal o permanentemente, dependiendo de su situación, puesto que cualquier proceso que aumente la resistencia al paso del aire puede producir bloqueos importantes y desencadenar una sobreexpansión pulmonar.

No olvidemos que en los últimos 10 metros antes de llegar a superficie es donde tenemos más riesgos y problemas en relación con la presión y el volumen, puesto que en el ascenso la presión disminuirá a la mitad de su valor (a 10 metros hay 2 ATM de presión) mientras que el aire que se encuentra en los pulmones alcanzará el doble de su volumen. Así que en esta cota de profundidad los buceadores tenemos que extremar las
precauciones y concentrarnos en nuestras espiraciones.
Existen una serie de posibles factores desencadenantes responsables de que se produzca este accidente, además del bloqueo de la respiración voluntaria o involuntaria como se ha expuesto anteriormente, como son:
* Ejercicios tipo “ escape libre”.
* Averías del regulador.
* Situaciones como la narcosis o pérdida de conocimiento que pueden hacer subir al compañero a una velocidad excesiva.
Las posibles consecuencias de una sobreexpansión pulmonar pueden ser:

1. Neumotórax. Como consecuencia de la rotura de la pleura, el aire penetra entre las dos hojas serosas y se expande en el ascenso. Los síntomas pueden ser: dolor torácico súbito de un sólo lado, disnea, limitación de movimientos de la caja torácica, etc.






2. Enfisema mediastínico. El aire penetra en los tejidos que rodean al corazón y las vías respiratorias, pudiendo extenderse inclusive, a la base del cuello. Los síntomas pueden aparecer con cierto retraso, e incluyen disnea, disfagia, plenitud en el tórax, cambios en el timbre y en tono de voz, etc.

3. Enfisema subcutáneo. El aire se sitúa en la base del cuello y parte superior del tórax y se aprecia crepitación de la piel por compresión (ruidos semejantes a la leña que arde) además de otros posibles signos como alteración de la actividad cardiaca con disnea, cianosis, taquicardia, etc.

4. Aeroembolia. Es la consecuencia más grave que puede derivarse y está considerada la segunda causa de muerte en el submarinismo con botellas. El aire penetra en los vasos pulmonares y a partir de ahí, las burbujas de aire (principal diferencia con la EDS o enfermedad descompresiva donde se encuentran implicadas las burbujas de nitrógeno y no existe ninguna ruptura pulmonar) circulan ocasionando embolias en el organismo. Las embolias cerebrales suelen afectar con mayores riesgo a la mitad izquierda del cerebro y especialmente a las regiones motoras, por lo que es más común y posible las hemiplejías derechas.

Estas cuatro manifestaciones pueden presentarse de forma simultánea en el buceador y de hecho, rara vez se presenta sólo un tipo de ellas de forma aislada.

El síntoma más importante que puede presentar el buceador es la pérdida de conocimiento nada más llegar a la superficie o algo antes. Pero también pueden aparecer cefaleas (dolores de cabeza), convulsiones, vértigo, trastornos visuales, vómitos y en el peor de los casos, parálisis del lado derecho del cuerpo. Relacionado con las lesiones pulmonares aparecen dolores torácicos, toses, disneas y esputos con sangre.
No olvidemos que aunque este problema puede estar más relacionado con buceadores novatos que con buceadores experimentados, nunca se está exento. Cualquier situación que pueda hacernos perder el control o nos pueda producir pánico puede provocar, si no la controlamos correctamente, este grave accidente.
El tratamiento de la sobreexpansión pulmonar, además de la postura de emergencia inicial (tumbado sobre el lado izquierdo) y administración de oxígeno, requiere de cámara hiperbárica y recompresión con extremada urgencia. El tiempo de traslado, que en un accidente de EDS puede ser tolerable, aquí puede significar la muerte para el accidentado.

Muy importante para los buceadores: ¡La recompresión en el agua es una medida desaconsejada y realmente peligrosa para el paciente! No ponerla en práctica NUNCA.

 

 

 


 

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