Esta
especie recibe su nombre debido a su espectacular coloración.
Presentan un llamativo y variado colorido: rosa, violeta, naranja,
amarillo, verde..., pudiendo formar grupos o colonias de diferentes
colores en la misma pared, lo que nos regala una inolvidable estampa
para nuestro deleite. Corynactis viridis es un cnidario antozoo
perteneciente a la subclase Hexacorallina, como los corales duros
o verdaderos, a los que se asemejan, aunque carezcan de exoesqueleto
calcáreo como ellos. Son anémonas coloniales de cuerpo
turgente, cilíndrico de 1-1.5 cm de altura y casi 1 cm de
diámetro. El pólipo tiene una base adherente con la
que se fija al sustrato duro. Sus aproximadamente 100 tentáculos
son cortos, esféricos, gruesos y cilíndricos, terminados
en un engrosamiento esférico denominado acrosfera. Estos
tentáculos están situados en tres círculos
alrededor de la boca, y sus dimensiones van disminuyendo de fuera
a dentro, siendo los mayores los exocoeles y los menores los endocoeles.
Su biología es poco conocida. Se reproducen asexualmente
por fisión longitudinal, dividiéndose en dos verticalmente.
Copia de la naturaleza
Debido a su hermosura y su importancia en el ecosistema marino del
Golfo de Bizkaia, Sistemas Acuarológicos Marinos (SAM, SL),
empresa promotora de Abra Aquarium, se propuso su representación
en un acuario. Pero mantener esta especie en un acuario no es fácil,
lo demuestra su escasa presencia en los acuarios públicos
existentes hoy en día. Para conseguir el éxito en
esta difícil tarea lo más importante fue tener en
cuenta tanto la biología como el hábitat de esta especie.
Para ello, lo primero fue realizar un estudio de su hábitat,
con el fin de representarlo de la manera más fiable posible
en el acuario. Se tuvo en cuenta las condiciones fisicoquímicas
del agua, es decir, la temperatura, el pH y la salinidad principalmente.
También se estudió las condiciones de luz, corrientes
y turbidez del ambiente acuático donde las anémonas
se desarrollan en su máximo esplendor.
Lo primero que observamos fue que estas pequeñas anémonas
coloniales crecen formando poblaciones densas, muy apiñadas,
cubriendo extensas superficies rocosas, sobre todo en paredes verticales
y extraplomos. Se encuentran en el Mediterráneo y en el Atlántico,
donde son muy comunes, desde la superficie hasta 100 metros de profundidad,
en aguas con alto hidrodinamismo y escasa luminosidad.
El
problema de la luz, temperatura y salinidad se solventó con
relativa facilidad. Pero la calidad del agua, el pH y el hidrodinamismo
marino requirió un estudio mucho más profundo del
problema y una experimentación más amplia.
Tras una investigación exhaustiva de las posibles soluciones
del problema, se llevó a cabo el desarrollo de unos nuevos
sistemas de filtración biológica, desechándose
cualquier filtración mecánica o química. Se
desarrolló un sistema de filtración biológica
basado en los ya existentes, combinándolos. Se trata de unos
scrobers a los que se les construyó un sistema Jaubert con
plenum. De esta manera se consiguió que los productos de
desecho de los animales (amonia y/o nitritos) presentes en el acuario
sean convertidos en productos menos nocivos o innocuos (nitratos
o N que serán posteriormente eliminados). Si el acuario a
su vez es decorado con abundante roca viva, ésta servirá
de sustrato a las bacterias que también ayudarán a
la eliminación de estos productos nocivos.
En la actualidad se están mejorando estos sistemas de filtrado
añadiéndose scrobers algales, iluminados solamente
por la noche, de tal forma que elimina el CO2 producido por la respiración
animal y vegetal, pudiéndose controlar de manera más
positiva el pH del acuario, que siempre varía por la noche.
También se desarrollaron nuevas técnicas para producir
el hidrodinamismo adecuado en el acuario sin la utilización
de ningún tipo de bombas adicionales, evitándose así
tanto el calentamiento del agua como el gasto excesivo de energía
o la producción de vibraciones en el acuario. Este sistema
ha sido patentado por SAM, SL. Se trata de unas palas que desplazan
el agua con un mínimo gasto energético. Son 8 palas,
similares a un remo, adosados a un eje central que puede girar y
que está movido por un motor reductor, controlado a su vez
por un variador de frecuencia. Éste regula la velocidad de
giro del eje central y de las palas, la dirección, y la duración
del intervalo de giro. Esto conlleva el control de la corriente
creada en el acuario, pudiéndose modificar tanto la dirección
de la corriente, como la velocidad y el tiempo o duración
de los intervalos de la corriente. Así se puede reproducir
en el acuario tanto los días calmos como las grandes turbulencias
causadas por las fuertes tormentas invernales.
Creación
del ecosistema
Una vez solucionados estos problemas, ya sólo quedaba la
reproducción del ecosistema en el acuario. Para ello se realizaron
estudios sobre el ecosistema y las principales especies animales
y vegetales que se encuentran en él. Este biotopo puede presentar
grandes variaciones de especies, siendo las dominantes las anémonas
joya (Corynactis viridis) y las manos de muerto (Alcyonium digitatum,
A. palmatum). También aparecen esponjas y ascidias, y en
lugares con algo más de luz, algas calcáreas y algas
rojas (Mesophyllum lichenoides y Rhodymenia spp). Tampoco es difícil
encontrar gorgonias como Lophogorgia lusitanica y Eunicella verrucosa
y otras anémonas como las anémonas margarita o huevo
frito (Actinothoe sphyrodeta). Por último, pero no por ello
menos importante, la alimentación. La anémona joya
es una especie carnívora que se alimenta de plancton. Por
ello se añade regularmente al acuario zooplancton enriquecido
con fitoplancton, ambos cultivados de manera intensiva en las instalaciones
de Abra Aquarium. Las especies zooplanctónicas elegidas fueron
los rotíferos (Brachionus plicatilis) y la artemia (Artemia
salina), debido a su relativa facilidad a la hora de su cultivo
masivo. Para ello se ha utilizado el sistema de cultivo semicontinuo,
filtrándose el zooplancton y limpiándolo antes de
su introducción en el acuario. Entre las especies de fitoplancton,
se cultivan en nuestros laboratorios Phaetodactylum sp. Isocrhysis
galbana y Tetraselmis suecica. El resultado obtenido ha sido tan
extraordinario que incluso sigue sorprendido al personal del acuario.
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