Su
interés por el mundo del buceo comenzó a temprana
edad. Tenía seis años cuando a finales de 1965, Televisión
Española empezó a emitir los sábados por la
tarde la serie de aventuras Viaje al fondo del mar.
En ella el almirante Nelson y el Capitán Crane vivían
todo tipo de situaciones más propias de la ciencia ficción
que del submarinismo a bordo de un futurista submarino capaz de
resistir maremotos, ataques de pulpos gigantes, explosiones volcánicas
submarias y viajes al centro de la tierra, además de desbaratar
los perversos planes de algún villano submarino. Esta serie,
en blanco y negro, causó un gran impacto entre los niños
de la época y fomentó, probablemente, la curiosidad
por el mundo submarino.
Al
menos, así fue en el caso de Toni Rossell. Los primeros submarinistas
que recuerda salían en unos sobres sorpresa que se vendían
en los quioscos y jugueterías a cinco pesetas, y que eran
fabricados por Española de Juguetes. Posteriormente
salieron a la venta los Madelman, Geyperman, Big-Jim y otros muñecos
articulados. Todos estos juguetes los fue perdiendo con el transcurso
de los años, como pasa con todos los niños. Muchos
de estos submarinistas articulados acabaron en cajas con miles de
coches, canicas, piezas de rompecabezas, fichas de dominó
y soldaditos de plástico. Los desvanes son el último
reducto de la infancia, y al final los anticuarios, verdaderos museos
de los recuerdos infantiles.
 
Hace 18 años, Toni Rossell comenzó a recuperar sus
antiguos compañeros de juego buscando en mercadillos, rastros
y encantes viejos. Así, fue haciéndose con una amplia
colección especializada en todo lo referente al submarinismo
en la que podemos encontrar reflejada la historia más reciente
de este tipo de juguetes. Mundo Submarino fue fabricado
por Jecsan en el año 1961. Es la primera caja con figuras
de submarinistas, buzos clásicos y fauna que apareció
en España. Española de Juguetes vendió en 1967
unos sobres con figuras de submarinistas en plástico de diferentes
colores. Jecsan, en el mismo año, sacó a la venta
una caja llamada Aquarama con seis submarinistas pintados
a mano. Madelman tenía en su extensa gama de personajes un
buzo clásico y una caja llamada investigación
submarina equipada con dos buceadores, un scooter submarino
y todos los accesorios para la inmersión imaginaria. Los
Geyperman eran unos muñecos articulados de casi 30 cm. Disponían
de dos figuras de hombre rana en traje de goma y un precioso buzo
clásico. Todos estos juguetes fueron los pioneros en España.
Luego vendrían los Big-Jim, Action Jakson, Simbo, Action
Force y, finalmente, la invasión made in China
de finales de los ochenta.
Actualmente la colección de Toni Rossell cuenta con unas
200 piezas de todos los tamaños. Salvo excepciones, los equipos
de hombre rana son los clásicos, sin jakets, y los trajes
son de colorines, con las marcas bien visibles, como los de la Vuelta
Ciclista. también hay artilugios de todo tipo, fauna marina,
y no faltan unas cuantas reproducciones del fantástico submarino
de Viaje al fondo del mar. Seguro que esta colección
hará las delicias de cualquier chaval, sea de la edad que
sea.
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