TÉCNICA Y EQUIPO
TEXTO: Dr. Juan M. Batle.
MEDISUB Institut de Recerca Hiperbárica
La apnea también precisa de descompresión
 
Las sesiones de larga duración con inmersiones sucesivas deben considerarse como inmersión continuada

Desde hace muchos años la Enfermedad Descompresiva, también llamada la enfermedad de los buzos o el Accidente de Descompresión, siempre ha sido asociada al buceo con escafandra autónoma. Cuando se hablaba de buceo en apnea, la enfermedad descompresiva era descartada ya que no se respira aire comprimido y por tanto se suponía que el efecto de acumulación de Nitrógeno era imposible. Hoy día se ha demostrado que los buceadores en apnea que practican la pesca submarina pueden llegar a sufrir un accidente de descompresión.
En las islas Baleares se cuenta con una temperatura del agua constante casi todo el año y una pureza y transparencia de las aguas todavía considerable. Esto permite que la apnea sea un deporte cada vez con más adeptos en las islas y por tanto más dificultad en encontrar las piezas más preciadas, por lo que se debe bucear y alcanzar aguas muy profundas utilizando los scooters submarinos (hoy día prohibidos para la pesca submarina).
Los accidentes de buceo son muy escasos dada la insularidad: las islas Baleares son la única comunidad autónoma que cuenta con tres servicios de medicina hiperbárica.
El perfil anatómico del buceador de las Islas baleares es varón de constitución atlética de 173 cm de altura y de 73 K de peso con una tensión arterial de 122 / 75 mm Hg y 63 pulsaciones pm con tendencia a la bradicardia .

Observacióm clínica
En 1988 hubo 2 casos de accidentes de descompresión en apnea y otro en 1989 aunque al desconocerse dicha patología no fueron estudiados. En 1992 se describió el primer caso de accidente de descompresión en apnea que ocurrió en el transcurso del campeonato Mundial en aguas de Menorca, aunque todos pensaban que era una causa de sobreesfuerzo o una causa ajena a las inmersiones, posteriormente se demostró que era una enfermedad descompresiva con lesiones cerebrales, claramente atribuibles a las inmersiones profundas y repetidas frecuentemente. En 1994 hubo otro caso, pero fue en 1995 cuando realmente con el uso de los scooters submarinos acudieron a nuestro servicio, en la isla de Mallorca, cuatro casos.Los tres primeros en el mes de Julio. En 1996 fueron seis casos. En 1997 diagnosticamos siete casos. En 1998 fueron 4 casos, y en 1999 5 casos.
Los tiempos y el perfil de la inmersión típica de un buceador en apnea son: 30 seg. para descender a unos 30 mts., 50 seg. de estancia en el fondo y 30 seg. de ascenso aproximadamente, seguido de 2 minutos de preparación en superficie para la siguiente bajada; el número de apneas por hora es de entre 12 y 15 y en cada entrenamiento suelen hacerlo por un periodo de entre unas tres horas y hasta nueve horas de duración. Con estas tácticas son capaces de mantenerse a estas profundidades la mitad del tiempo de apnea. Durante el ascenso utilizan los mismos torpedos, consiguiéndose ascensos rápidos a 1 metro por segundo, incluso en algunos casos de apuro a mayor velocidad.
En un principio la causa de las lesiones cerebrales se atribuyó a que el ascenso era muy rápido por lo que en las primeras reuniones y los primeros consejos fueron que la velocidad de ascenso fuera más lenta, y por tanato los cazadores submarinos realizaban las mismas inmersiones ascendíendo con el scooter parándolo los últimos 15 metros más próximos a superficie y arrastrando el scooter, aún así ocurrieron igualmente otros accidentes.
Quedo demostrado que la velocidad del ascenso no era la única causa de los accidentes y tuvimos que buscar otras causas. Al igual que los buceadores con escafandra autónoma, al realizar varias inmersiones con un intervalo en superficie inferior a 10 minutos (denominadas continuadas), las inmersiones de los buceadores en apnea se deben considerar como una inmersión continuada, ya que en superficie entre bajada y bajada están menos de 10 minutos y por tanto deben sumarse los tiempos en el fondo. Al aplicar las tablas, aunque los buceadores estuvieran diez minutos o quince minutos en superficie el coeficiente de Nitrógeno residual no varía apenas, siendo el mismo al principio y al final del intervalo en superficie, y además en el caso de los pescadores submarinos la profundidad no es siempre la misma sino que es muy variable lo que hace difícil el cálculo aplicando las tablas típicas (USN) para inmersiones sucesivas.

Al sumar varias horas como suele ser cada sesión de más de tres horas nos da un tiempo por sesión de 50 o 60 minutos de tiempo total en el fondo, que a unas cotas de 35- 40 mts. aplicando los protocolos de cálculo descompresivo. Podemos comprobar que algunos sobrepasan la llamada curva de seguridad y deberían realizar paradas de descompresión por un periodo de casi el doble del tiempo que han permanecido en el fondo. Algunos tejidos llegan a estados de sobresaturación de nitrógeno alcanzando el factor crítico al final de la inmersión y produciéndose un fenómeno de polimicroembolismo gaseoso multifocal responsable de los síntomas de la enfermedad descompresiva.
Cabe destacar que ha habido casos de Enfermedad descompresiva en que la profundidad no ha superado los 20 mts. Pero posiblemente debidos a que el tiempo en el fondo eran de 120 segundos con solo 30 segundos de intervalo en superficie prolongándose la sesión de entrenamiento durante 2 horas.
Durante 1997 y 1998 realizamos un estudio comparativo con las inmersiones de los mismos atletas pero que no presentaban síntomatología, siendo la única diferencia el intervalo en superficie. En los casos en que la preparación para la siguiente inmersión era de 6 o mas minutos, no aparecían síntomas. Aún así, hubo algún que otro accidente incluso estando 6 minutos, por lo que después tuvimos que prolongar este tiempo, debiendo mediar entre una bajada y la siguiente un intervalo en superficie de 7-8 minutos.
La actuación en estos momentos de los cazadores submarinos es bucear en pareja con un solo scooter. Mientras uno se sumerge y va por el fondo, el compañero le sigue nadando en la superficie.Cuando emerge el primero el otro toma el relevo, pero al estar cansado por haberle seguido por la superficie, debe descansar y prepararse para la inmersión y, por tanto, todo este intervalo es aproximadamente de unos 8 minutos. Desde que utilizan esta técnica, los cazadores submarinos no han tenido más accidentes; siempre y cuando respeten este intervalo en superficie de 8 minutos.

Tipo de Tratamiento
En casi todos los casos en que se trasladaron los pacientes con ambulancia se realizó Oxigenación Normobárica al 100% y a la llegada del hospital, según el estado, se realizó Oxigenoterapia Normobarica (ONB) Respirar oxigeno desde mascarilla. En 4 casos fue suficiente la ONB, en cambio en los otros pacientes fue necesario el tratamiento con Oxigenotarapia Hiperbarica (OHB) Respirar oxigeno con mascarilla en una cámara hiperbarica, siendo utilizadas las tablas CX 12, USN 5, y USN 6 modificada. Todos los pacientes se recuperaron por completo. En los pacientes en que no se trataron con OHB, ya que parecía no revestir mayor gravedad, al no realizar tratamiento hiperbárico precisaron de un periodo de convalecencia muy superior a los que fueron tratados con OHB.

Conclusión y discusión


Los casos presentados son superponibles a los accidentes disbáricos que aparecen durante el buceo con escafandra autónoma aunque los síntomas son quizás algo diferentes por la ubicación de las burbujas. Queda demostrado que durante los tiempos en el fondo se acumula Nitrógeno, y que al realizar inmersiones repetidas el coeficiente de Nitrógeno va en aumento provocando las embolias gaseosas y los AVC.
En el caso de los buceadores en Apnea que se sumergen a profundidades inferiores a 25 mtrs. debe mediar entre inmersiones un intervalo en superficie igual al doble del tiempo que ha permanecido bajo el agua y en el caso de los buceadores en apnea que superan los 25 mts debe mediar un intervalo en superficie de 8 minutos entre bajadas.
Esta hipótesis se ha llevado a cabo con buceadores superentrenados y debe ser demostrada con buceadores de patrones de preparación standard.


 
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