Desde
hace muchos años la Enfermedad Descompresiva, también
llamada la enfermedad de los buzos o el Accidente de Descompresión,
siempre ha sido asociada al buceo con escafandra autónoma.
Cuando se hablaba de buceo en apnea, la enfermedad descompresiva
era descartada ya que no se respira aire comprimido y por tanto
se suponía que el efecto de acumulación de Nitrógeno
era imposible. Hoy día se ha demostrado que los buceadores
en apnea que practican la pesca submarina pueden llegar a sufrir
un accidente de descompresión.
En las islas Baleares se cuenta con una temperatura del agua constante
casi todo el año y una pureza y transparencia de las aguas
todavía considerable. Esto permite que la apnea sea un deporte
cada vez con más adeptos en las islas y por tanto más
dificultad en encontrar las piezas más preciadas, por lo
que se debe bucear y alcanzar aguas muy profundas utilizando los
scooters submarinos (hoy día prohibidos para la pesca submarina).
Los accidentes de buceo son muy escasos dada la insularidad: las
islas Baleares son la única comunidad autónoma que
cuenta con tres servicios de medicina hiperbárica.
El perfil anatómico del buceador de las Islas baleares es
varón de constitución atlética de 173 cm de
altura y de 73 K de peso con una tensión arterial de 122
/ 75 mm Hg y 63 pulsaciones pm con tendencia a la bradicardia .
Observacióm clínica
En 1988 hubo 2 casos de accidentes de descompresión en
apnea y otro en 1989 aunque al desconocerse dicha patología
no fueron estudiados. En 1992 se describió el primer caso
de accidente de descompresión en apnea que ocurrió
en el transcurso del campeonato Mundial en aguas de Menorca, aunque
todos pensaban que era una causa de sobreesfuerzo o una causa
ajena a las inmersiones, posteriormente se demostró que
era una enfermedad descompresiva con lesiones cerebrales, claramente
atribuibles a las inmersiones profundas y repetidas frecuentemente.
En 1994 hubo otro caso, pero fue en 1995 cuando realmente con
el uso de los scooters submarinos acudieron a nuestro servicio,
en la isla de Mallorca, cuatro casos.Los tres primeros en el mes
de Julio. En 1996 fueron seis casos. En 1997 diagnosticamos siete
casos. En 1998 fueron 4 casos, y en 1999 5 casos.
Los
tiempos y el perfil de la inmersión típica de un
buceador en apnea son: 30 seg. para descender a unos 30 mts.,
50 seg. de estancia en el fondo y 30 seg. de ascenso aproximadamente,
seguido de 2 minutos de preparación en superficie para
la siguiente bajada; el número de apneas por hora es de
entre 12 y 15 y en cada entrenamiento suelen hacerlo por un periodo
de entre unas tres horas y hasta nueve horas de duración.
Con estas tácticas son capaces de mantenerse a estas profundidades
la mitad del tiempo de apnea. Durante el ascenso utilizan los
mismos torpedos, consiguiéndose ascensos rápidos
a 1 metro por segundo, incluso en algunos casos de apuro a mayor
velocidad.
En un principio la causa de las lesiones cerebrales se atribuyó
a que el ascenso era muy rápido por lo que en las primeras
reuniones y los primeros consejos fueron que la velocidad de ascenso
fuera más lenta, y por tanato los cazadores submarinos
realizaban las mismas inmersiones ascendíendo con el scooter
parándolo los últimos 15 metros más próximos
a superficie y arrastrando el scooter, aún así ocurrieron
igualmente otros accidentes.
Quedo demostrado que la velocidad del ascenso no era la única
causa de los accidentes y tuvimos que buscar otras causas. Al
igual que los buceadores con escafandra autónoma, al realizar
varias inmersiones con un intervalo en superficie inferior a 10
minutos (denominadas continuadas), las inmersiones de los buceadores
en apnea se deben considerar como una inmersión continuada,
ya que en superficie entre bajada y bajada están menos
de 10 minutos y por tanto deben sumarse los tiempos en el fondo.
Al aplicar las tablas, aunque los buceadores estuvieran diez minutos
o quince minutos en superficie el coeficiente de Nitrógeno
residual no varía apenas, siendo el mismo al principio
y al final del intervalo en superficie, y además en el
caso de los pescadores submarinos la profundidad no es siempre
la misma sino que es muy variable lo que hace difícil el
cálculo aplicando las tablas típicas (USN) para
inmersiones sucesivas.
Al
sumar varias horas como suele ser cada sesión de más
de tres horas nos da un tiempo por sesión de 50 o 60 minutos
de tiempo total en el fondo, que a unas cotas de 35- 40 mts. aplicando
los protocolos de cálculo descompresivo. Podemos comprobar
que algunos sobrepasan la llamada curva de seguridad y deberían
realizar paradas de descompresión por un periodo de casi
el doble del tiempo que han permanecido en el fondo. Algunos tejidos
llegan a estados de sobresaturación de nitrógeno
alcanzando el factor crítico al final de la inmersión
y produciéndose un fenómeno de polimicroembolismo
gaseoso multifocal responsable de los síntomas de la enfermedad
descompresiva.
Cabe destacar que ha habido casos de Enfermedad descompresiva
en que la profundidad no ha superado los 20 mts. Pero posiblemente
debidos a que el tiempo en el fondo eran de 120 segundos con solo
30 segundos de intervalo en superficie prolongándose la
sesión de entrenamiento durante 2 horas.
Durante 1997 y 1998 realizamos un estudio comparativo con las
inmersiones de los mismos atletas pero que no presentaban síntomatología,
siendo la única diferencia el intervalo en superficie.
En los casos en que la preparación para la siguiente inmersión
era de 6 o mas minutos, no aparecían síntomas. Aún
así, hubo algún que otro accidente incluso estando
6 minutos, por lo que después tuvimos que prolongar este
tiempo, debiendo mediar entre una bajada y la siguiente un intervalo
en superficie de 7-8 minutos.
La actuación en estos momentos de los cazadores submarinos
es bucear en pareja con un solo scooter. Mientras uno se sumerge
y va por el fondo, el compañero le sigue nadando en la
superficie.Cuando emerge el primero el otro toma el relevo, pero
al estar cansado por haberle seguido por la superficie, debe descansar
y prepararse para la inmersión y, por tanto, todo este
intervalo es aproximadamente de unos 8 minutos. Desde que utilizan
esta técnica, los cazadores submarinos no han tenido más
accidentes; siempre y cuando respeten este intervalo en superficie
de 8 minutos.
Tipo de Tratamiento
En casi todos los casos en que se trasladaron los pacientes con
ambulancia se realizó Oxigenación Normobárica
al 100% y a la llegada del hospital, según el estado, se
realizó Oxigenoterapia Normobarica (ONB) Respirar oxigeno
desde mascarilla. En 4 casos fue suficiente la ONB, en cambio
en los otros pacientes fue necesario el tratamiento con Oxigenotarapia
Hiperbarica (OHB) Respirar oxigeno con mascarilla en una cámara
hiperbarica, siendo utilizadas las tablas CX 12, USN 5, y USN
6 modificada. Todos los pacientes se recuperaron por completo.
En los pacientes en que no se trataron con OHB, ya que parecía
no revestir mayor gravedad, al no realizar tratamiento hiperbárico
precisaron de un periodo de convalecencia muy superior a los que
fueron tratados con OHB.
Conclusión y discusión
Los casos presentados son superponibles a los accidentes disbáricos
que aparecen durante el buceo con escafandra autónoma aunque
los síntomas son quizás algo diferentes por la ubicación
de las burbujas. Queda demostrado que durante los tiempos en el
fondo se acumula Nitrógeno, y que al realizar inmersiones
repetidas el coeficiente de Nitrógeno va en aumento provocando
las embolias gaseosas y los AVC.
En el caso de los buceadores en Apnea que se sumergen a profundidades
inferiores a 25 mtrs. debe mediar entre inmersiones un intervalo
en superficie igual al doble del tiempo que ha permanecido bajo
el agua y en el caso de los buceadores en apnea que superan los
25 mts debe mediar un intervalo en superficie de 8 minutos entre
bajadas.
Esta hipótesis se ha llevado a cabo con buceadores superentrenados
y debe ser demostrada con buceadores de patrones de preparación
standard.