Fuente: www.nortecastilla.es Cincuenta años después de la rotura de la Presa de Vega de Tera, los hombres rana descendieron nuevamente a las profundidades del Lago de Sanabria, pero no en una misión de búsqueda o rescate, sino en un ejercicio táctico de los efectivos de la Guardia Real, unidad militar especial al servicio de la Casa Real. La unidad de buceo, que ha elegido para sus prácticas el lago glaciar más grande de la Península Ibérica, pertenece al Grupo de Honores, junto con el grupo de montaña que también se desplegó por la cumbre de Peña Trevinca, el techo sanabrés de la provincia a más de 2.100 metros de altura. 13 personas desarrollaron los ejercicios de inmersiones, a los que se sumó el alto mando desplazado a la provincia, el Coronel Francisco Arribas Mir, que llevaba 20 años sin colocarse el traje de buceo, como reconocía tras emerger del lago.

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